El Madrid celebró con el VAR el pase a la final de la Champions League

El Real Madrid disputará el 1 de junio ante el Borussia Dortmund su decimoctava final de la Champions League impulsado por el enésimo escándalo arbitral. El Bayern igualó la eliminatoria en el último suspiro del partido de vuelta de las semifinales con un agónico gol de Matthijs de Ligt, pero el colegiado del encuentro, Szymon Marciniak y su asistente, Tomasz Listkiewicz invalidaron la acción de manera preventiva por un supuesto fuera de juego previo de Noussair Mazraoui que además no era.

Listkiewicz levantó el banderín como un resorte y a Marciniak le faltó tiempo para hacer sonar su silbato, pasándose por el forro la norma establecida desde que existe el videoarbitraje de dejar acabar las jugadas para poderlas analizar en caso de duda. Al haber señalado la infracción antes de que De Ligt enviara el cuero a la red, desde la sala VOR ya no estaban autorizados a rearbitrar la acción.

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De Ligt desveló que el propio Listkiewicz le pidió disculpas cuando fue a reclamarle su decisión, reconociendo que se había equivocado al no dejar acabar la jugada. Pero el mal ya estaba hecho. El Bayern volvía a ser expoliado una vez más en el Santiago Bernabéu -y ya van tres consecutivas-, mientras que el Real Madrid celebraba por todo lo alto su clasificación para la final de la Champions League.

Y como las ayudas arbitrales al Real Madrid ya se han convertido en algo habitual en Europa, los futbolistas del conjunto blanco se sienten impunes y no tienen pudor en vanagloriarse de ello. Así, Antonio Rüdiger, el futbolista que rompía el fuera de juego de Mazraoui no tuvo reparos en abrazarse la monitor del videoarbitraje situado sobre el césped mientras tomaba el camino de los vestuarios. El central alemán dio unos toques al monitor dándole el mérito de la clasificación del Real Madrid ante las risas cómplices de Éder Militao y Brahim.

Rüdiger ha descubierto los beneficios de vestir la camiseta blanca dos años después de sufrir como rival la épica arbitral que siempre impulsa al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Entonces, siendo futbolista del Chelsea, vio cómo se anulaba un gol a Marcos Alonso por una mano no punible. Un gol que era el 0-3 y ponía por delante en la eliminatoria a los blues. ¿A que no saben quien era el árbitro aquella noche? Sí que los saben... efectivamente, Szymon Marciniak. Y entonces sí dejó que el VAR entrara...

Los rivales ya saben que cuando se miden al Real Madrid lo hacen contra el conjunto blanco y las estructuras arbitrales europeas. Ese es el auténtico miedo escénico del Santiago Bernabéu y así lo escenificó Rüdiger nada más perpetrarse la enésima 'polémica' arbitral a favor del Real Madrid.