La frustración se instala en la cantera del Real Madrid

El canterano del Real Madrid está frustrado. Sabe que su carrera en el club termina en el Castilla. A partir de ahí, tiene que buscar una salida ante la imposibilidad de dar el salto al primer equipo. El club los forma y los vende, en algunos casos con cláusulas de recompra por su proyección y, en otros, quedándose el 50% de sus derechos para seguir haciendo negocio o, en casos aislados, sumarlos al primer equipo.

Un solo referente para la cantera

Desde que Nacho diera el salto al primer equipo en la temporada 2012-13, después de dos años alternando sus actuaciones con el Castilla, ningún jugador de la cantera del Real Madrid ha conseguido seguir sus pasos. Han pasado 12 años y van para 13 (más de una generación) sin que el primer equipo tenga un ‘one club man’, y puede perder al único que queda si el central de Alcalá de Henares se va al fútbol árabe o norteamericano.

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Los canteranos del equipo blanco miran con envidia a La Masía, que nutre de jugadores al primer equipo del FC Barcelona, que hace hueco a sus canteranos con mayor proyección. Se podrá decir que su crisis económica facilita la tarea, pero vistos los últimos resultados esa excusa se queda vacía de contenido: Lamine Yamal, Pedri, Cubarsí, Fermín, Guiu, Araujo, Gavi… además de Sergi Roberto. Ellos aseguran el futuro del equipo a los que se suman fichajes contrastados.

Cláusulas de recompra

La política del Real Madrid es muy diferente. Prefiere fichar extranjeros jóvenes con talento y proyección, que apostar por los que se forman en sus equipos inferiores. No tiene paciencia como ha demostrado en los últimos años con jugadores que han debutado esporádicamente en el primer equipo para ponerlos en el escaparate y luego venderlos para financiar ‘La Fábrica’ e incluso para ayudar a fichar extranjeros que tapan la promoción de canteranos. Eso, o que trabajan muy mal creando estrellas del futuro.

El penúltimo caso es el de Álvaro Rodríguez. Ancelotti incluso llegó a decir que se sumaría al equipo para la temporada 24-25, pero acabaron recuperando a un canterano como Joselu, que llevaba 12 años fuera. ‘El Toro’ hispano uruguayo está ahora en el mercado, como lo estuvieron antes Arribas o lo estará en el futuro Rafa Paz, la última perla de ‘La Fábrica’, según vende el entorno madridista sin saber que promociona al argentino para venderlo al mejor postor.

El 50% de los derechos deportivos

En esa política ha proliferado en los últimos años el venderlos incluyendo una cláusula de recompra. El último caso puede ser el de Rafa Marín, al que ilusionaron con su vuelta tras hacer una buena ‘mili’ en el Alavés para negociar con el Nápoles. Lo puede vender por 15 millones e imponer una cláusula de 30 para recuperarlo. Otro ejemplo es el del lateral Álex Jiménez, cedido en el Milán que ha ejercido la opción de compra pagando 5 millones, pero con una cláusula de recompra de 10.

El mismo camino siguieron otros como Morata con la Juventus, por poner el ejemplo más relevante. Pero el Madrid ha ido más allá y ha impuesto una nueva modalidad. Traspasar jugadores quedándose el 50% de sus derechos deportivos. ¿Qué quiere decir? Pues que si quiere recuperarlos paga una cantidad inferior a la cláusula de salida que cada club le imponga.

Es el caso de Fran García, al que recuperó del Rayo por cinco millones tras venderlo por dos y salvar una cláusula de 10; o puede ser el de Miguel Gutiérrez, al que traspasó al Girona por cinco millones y lo puede recuperar por ocho pese a tener una cláusula de 35. Lo peor, que podría traspasarlo para seguir haciendo negocio con otro canterano.