REAL MADRID

Euforia madridista de doble filo

El madridismo y su entorno ya celebra los éxitos de una temporada por jugar, con elogios desmesurados hasta el punto de asegurar que van a arrasar

La celebración del primer título de Mbappé con el Real Madrid: "Desde que llegué ha sido un sueño"

Las imágenes del futbolista francés dentro del campo de juego tras la victoria de los blancos en la Supercopa de Europa. / PERFORM

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

La consecución de la Supercopa de Europa ha disparado la euforia de una manera sorprendente en el entorno del Real Madrid. El fichaje de Mbappé y su estreno goleador ante el Atalanta han provocado elogios desmesurados pese a su discreto partido, pero unido a la magia de Vinicius y la creatividad de Bellingham han llevado al entorno a asegurar que con ese tridente van a arrasar en la temporada recién comenzada.

Mbappé celebra su primer gol con la camiseta del Real Madrid

Mbappé celebra su primer gol con la camiseta del Real Madrid / AP

No reparan en que el equipo se construye desde atrás y que la máxima de Ancelotti es saber defender. Con un once repleto de delanteros, el Madrid va a sufrir, algo que entra en los cálculos de todos, pero aparecerán rivales que sepan cerrar el camino a esos delanteros para anular tanta concentración de talento, lo que puede frustrar ese optimismo que bate los registros de los últimos años.

Cambios sustanciales

Un entorno que dan al Real Madrid ya no como favorito a ganarlo todo, sino que lo hará arrasando en todas las competiciones. El listón es tan alto que los jugadores empezarán a notar la presión al mínimo traspié, porque no le van a permitir ni un empate ante la máxima exigencia. Un equipo que ha cambiado sustancialmente de la temporada pasada a esta, con más potencial ofensivo pero con menos equilibrio en el medio del campo.  

El Madrid, campeón de la Supercopa de Europa

El Madrid, campeón de la Supercopa de Europa / Efe

Los antecedentes, lo que han ganado los blancos en los últimos años, disparan la felicidad de manera exagerada. Dan por hecho que no habrá rival que se resista, que quien quiera ganarle tendrá que marcar más de un gol porque su potencial ofensivo es cruel con las defensas rivales. Sin embargo, es el propio Ancelotti el que ha dado un toque de atención para que no suenen las campanas antes de tiempo.

Sacrificio defensivo

“Con balón no hay mucho que decir, porque tienen todos una calidad fantástica. Sin balón todos tienen que sacrificarse y esta es la única manera de tener equilibrio en la temporada, que es el aspecto más importante”, apuntó el italiano. Es consciente de que Mbappé, Vinicius y Rodrygo no están educados en defender y ante el Atalanta dos de ellos quedaban liberados de esa tarea y en momentos críticos solo uno.

Ancelotti, que se las sabe todas, es consciente de que mejorar lo hecho el año pasado va a ser muy difícil. Llevan ocho meses sin conocer la derrota. Solo perdieron dos de los 55 partidos que disputaron y, lo que es más importante, encajaron menos de un gol por partido. Ese es el cimiento en el que el italiano sustenta sus objetivos, pero con tanto poder ofensivo está condenado a perder equilibrio defensivo.