La Champions más cara para el Real Madrid

Invirtió 128 millones en refuerzos, que se eleva a más 160 al cumplirse los objetivos de Bellingham y Güler

Por el inglés pagó 103+30,9, y por el turco 20+10, a lo que suma 9 de la cesión de Kepa y 5 por Fran García

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Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

La gran temporada del Real Madrid supone un extra en ingresos por los títulos conquistados, especialmente la Champions que dejará 123 millones por el recorrido deportivo. Unos ingresos que no cubren lo que se gastó en los refuerzos del verano pasado, en los que invirtió 128,5 millones más objetivos individuales en los fichajes de Bellingham y Güler, que elevan los pagos a más 160 millones al cumplirse muchos de esos objetivos.

Bellingham celebra su primera Champions

Bellingham celebra su primera Champions / Efe

Por Bellingham pagó al Borussia 103 millones más el 30% en objetivos. El inglés ha cumplido casi todos, por lo que su fichaje puede acabar valiendo 133,9 M€. A esto se suman los 20 al Fenerbahçe por Arda Güler más otros 10 en objetivos. Además, por la cesión de Kepa acordó pagar al Chelsea 8 millones de libras, que al cambio superan los 9 millones de euros. Por Fran García pagó al Rayo Vallecano otros 5 M€ para recuperar el cien por cien de sus derechos y, por último, pagó medio millón al Espanyol por la cesión de Joselu.

Balance negativo

El gasto en fichajes alcanzó los 128,5 M€, a lo que debe sumar gran parte de los 43,9 incluidos en los acuerdos con el Borussia y el Fenerbahçe por los objetivos conseguidos por Bellingham y Güler. En total serían 172,4 si hubiesen cumplido el cien por cien de esos extras, aunque muchos no se cumplen todavía por lo que el cálculo superaría los 160 M€ en inversión.

A esto debe restar los 4 millones que pagó la Real Sociedad para recuperar a Odriozola, por el que el club blanco pagó al equipo donostiarra 35 M€ más 5 en objetivos en la temporada 2018-19. Una mala inversión, ya que el lateral apenas jugó por lo que no rentabilizó el fichaje. La ‘Decimoquinta’ ha resultado cara, porque al final ha servido para amortiguar las inversiones y equilibrar los presupuestos, y mantener saneadas las arcas.