Ceballos, de prescindible a necesario

A Dani Ceballos le ha cambiado la vida de una a otra temporada. En el verano del año pasado se especuló con su salida, varios clubes se interesaron por él, pero al final el Real Madrid decidió ampliarle el contrato una semana antes de que acabar su relación contractual. El jugador escribía en sus redes sociales: “Donde algunos solo ven lo difícil, otros buscamos la oportunidad. Donde algunos se rinden, otros no dejamos de luchar por nuestros sueños. ¡Estoy ilusionado y feliz por seguir cuatro años más en el mejor club del mundo! El sueño continúa”.

Ceballos se siente ninguneado por el Ayuntamiento de Utrera

Firmaba hasta 2027, hasta los 30 años, a cambio de una subida salarial pese al exceso de centrocampistas que tenía Ancelotti con Tchouameni, Camavinga, Kroos, Modric, Valverde y Bellingham por delante de él. Ahora, un año después, con la salida de Kroos y el nuevo rol de Modric, que ha pasado de imprescindible a rotar en el banquillo, el de Utrera adquiere un protagonismo diferente en los planes del técnico italiano.

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Uno más del vestuario

A su favor, que conoce al dedillo el estilo del equipo, que sabe lo que el cuerpo técnico quiere de él, y que se mueve entre compañeros que no tienen secretos para él salvo los que llegan nuevos a la plantilla. La última temporada de Ceballos no fue demasiado lúcida. Las lesiones le martirizaron la primera parte de la temporada.

Cuando se recuperó, Ancelotti ya tenía hecho el equipo y las rotaciones en la medular y apenas tuvo oportunidades salvo los llamados ‘minutos de la basura’. Poca visibilidad para un jugador de contrastada categoría, al que Ancelotti intenta corregir ciertas lagunas como el exceso de conducción, pero que tiene calidad y talento para competir un puesto en el centro del campo de los blancos. Y, lo que también es importante, es un producto del fútbol nacional.