Bale no dimite

Gareth Bale nunca ha dejado que el ruido sobre su figura marcara su futuro. El galés ha preferido siempre vivir en su propia burbuja a veces incluso sin medir las consecuencias de algunas declaraciones o iniciativas. Ahora, y tras vivir una situación insostenible con Zidane, vuelve a sonreír con Ancelotti en el banquillo.

Así lo ha expresado en una entrevista a ‘BBC Wales’, donde se sincera sobre sus sensaciones esta temporada. “Siempre he tenido una gran relación con Carlo, pero sigue siendo lo mismo en el sentido de que hay que rendir para poder entrar en el equipo. Tuve una buena pretemporada y un buen comienzo de temporada”, explicó.

También el Madrid ha terminado por darle la oportunidad de ser útil en el equipo. En parte obligado, por no poder colocarlo. Bale, de 32 años y con contrato hasta el verano de 2022, tendrá muy difícil encontrar un equipo que le asegure su actual ficha en el Madrid. Frente a esta situación el club blanco optó, en un caso parecido al de Isco, de tratar de aprovechar al futbolista. Más aún con Ancelotti en el banquillo.

Bale cree que la cesión al Tottneham le ayudó a volver a disfrutar de su profesión, recuperar la alegría y estar listo para volver a competir en el Madrid. “Creo que siempre es bueno estar en un buen ambiente. Esa es la razón principal por la que fui al Tottenham. Fue un descanso que tal vez necesitaba en ese momento, y lo pasé genial. Definitivamente me ayudó a estar de vuelta en un lugar más feliz, y creo que eso se demostró de nuevo al regresar con Gales en la Euro, y luego lo he traído al Madrid esta temporada, donde obviamente hay un mejor ambiente para mí de todos modos”.

Una de las motivaciones del galés es jugar el Mundial de Catar con su selección. Hoy se mide contra Bielorrusia para seguir luchando por la clasificación.