Ancelotti pendiente de Bellingham que llega quemado al Clásico

Bellingham se ha convertido en un jugador vital para Carlo Ancelotti. Además de su doble trabajo sobre el campo, en el que doblega esfuerzos como centrocampista y delantero, está rescatando al equipo con su enorme acierto goleador. En Braga volvió a ver puerta con un ‘pase a la red’ que ponía en ventaja a su equipo (0-2) y que al final fue fundamental para llevarse los tres puntos. Sin embargo, acabó exhausto por el enorme despliegue físico que hizo y que quemó todas sus reservas, y acabó dando el susto por unas supuestas molestias musculares.

Ancelotti da un parte de tranquilidad sobre Bellingham

Hasta mañana no se sabrá en qué condiciones está para el Clásico del sábado en Montjuic. El equipo blanco descansa tras ganar en Braga y empezará a preparar el partido mañana a las 11,00 h. Será el momento de evaluar el estado médico y físico del inglés, que sufrió problemas musculares al final del partido y abandonó el estadio cojeando con problemas en la zona inguinal, según descubría ‘OK Diario’. Ancelotti aseguraba tras el partido que su presencia ante el Barça no corría peligro y se limitó a decir que “acabó bien, pero solo estaba cansado”.

UN SISTEMA A SU MEDIDA

La importante de Bellingham para el cuadro madridista se mide en varios factores. El primero es su acierto goleador, ha marcado once goles de los 27 del Real Madrid (el 44,44%) en los doce partidos que ha jugado. Una efectividad achacada al debe de Ancelotti, que ha cambiado el sistema para acoplarlo a las condiciones del inglés. Los blancos se posicionan en rombo cuando atacan, con Jude en el vértice más adelantado, y en un 4-4-2 cuando se defienden, con el inglés incrustado en la medular tapando el carril del 8 del equipo rival.

El papel que hace Bellingham en el Real Madrid exige un despliegue físico muy alto. Apenas ha descansado desde que empezó la temporada. Ancelotti lo dejó en el banquillo en uno de los trece partidos que han disputado, y su homólogo el seleccionador inglés Gareth Southgate lo ha utilizado en los cuatro partidos disputados en las ventanas internacionales, aunque en uno salió del banquillo. En total suma 16 partidos y 1.270 minutos en sus piernas (1.036 con su equipo un 234 con Inglaterra), lo que supone un partido sin descanso cada 4,5 días.