Ancelotti frustra la felicidad de Lunin

Lunin fue la única ausencia de la ‘UEFA Open Media Day’ por estar enfermo, según Ancelotti. Un día de puertas abiertas en el que el ucraniano tenía la oportunidad de expresar su frustración por no jugar la final de la Liga de Campeones tras la recuperación de Courtois y el empeño del italiano en recuperarlo a toda costa. El belga ha respondido para llegar a tiempo a Wembley y borrar a Lunin de entrar en la historia blanca.

Ancelotti y su mal gusto por el debate en la portería

Ancelotti se regodea en que le gusta que el “debate de la portería siga abierto”, cuando todo el mundo sabe a quién ha elegido para jugar contra el Borussia Dortmund. Suena irónico que no sea claro, cuando sabe que está prohibiendo que Lunin sea feliz cuando ha sido uno de los culpables’ de que el Real Madrid juegue la final y que tendrá que ver desde el banquillo.

Ancelotti: "¿Lunin en la final? El debate me gusta mucho y si digo quién va a jugar el debate se acaba"

Solo un contratiempo de Courtois de aquí al sábado daría la oportunidad al ucraniano de recuperar el puesto. Es algo que nadie desea y Lunin el que menos, pese a que ese fue el motivo de que le diera la oportunidad de demostrar que tiene nivel para defender la portería madridista. La pena es no haber podido pulsar la opinión del jugador en ese día de puertas abiertas para conocer su estado de ánimo.

Courtois es una garantía

Lo que nadie duda es que Courtois es uno de los mejores porteros del mundo. Que ha ido contrarreloj para llegar a Wembley con una preparación específica que ha cumplido con doble esfuerzo. Que su presencia es un seguro para el equipo y ya no solo por sus paradas, sino por lo que transmite a sus compañeros. Es una garantía bajo palos, un rango que Lunin tiene que ganarse cuando le dejen.

Lunin termina contrato en 2025 y su intención es renovar hasta 2028. Eso fue antes de que Courtois se recuperase, e igual ahora se piensa si alargar su relación. Podría pedir la cuenta este mismo verano e irse, ya que a Courtois le quedan varias temporadas en la cumbre para seguir cerrándole el paso. Tener al belga por delante supone vivir el fútbol desde el banquillo e igual reconsidera su situación y decide aceptar alguna de las muchas ofertas que tiene, entre ellas de clubes importantes.