El PSG se conjura para ganar la liga

El PSG continúa siendo el gran favorito para ganar la Ligue 1, pero las sensaciones que transmite el equipo dejan bastante que desear. Desde que cayera eliminado en los octavos de final de la Champions, el cuadro parisino ha dado síntomas de desconexión, con tres derrotas en las últimas seis jornadas. La más reciente, este domingo frente al Lorient (1-3), fue recibida con abucheos por el Parque de los Príncipes.

El Marsella, inmerso en una racha de ocho partidos sin perder y tres victorias consecutivas, ha aprovechado la irregularidad del líder para acercarse a cinco puntos a falta de cinco jornadas. Completar el ‘sorpasso’, sin embargo, se antoja difícil. No solo por la ventaja del PSG y su previsible reacción a la hora de la verdad, sino por la dispar dificultad del calendario. 

El equipo de Galtier visitará la próxima semana al Troyes, virtualmente descendido pues diez puntos le separan de la salvación, y a la semana siguiente recibirá al Ajaccio, que se encuentra en la misma situación. Luego visitará al Auxerre, ubicado un punto por encima de la zona de descenso, y al Estrasburgo, igualado con el Nantes, el equipo que marca la permanencia. Sólo en la última jornada, con el título previsiblemente decidido, se medirá a un rival de la zona alta, el Clermont, el actual octavo clasificado.

En cambio, el OM visitará este sábado al Lens, tercero, del que le separan cuatro puntos. Después de recibir en casa al Angers, colista y ya descendido, visitará al Lille, quinto e inmerso en la lucha por los puestos europeos, antes de cerrar el curso la visita del Stade Brestois, previsiblemente sin nada en juego, y desplazarse al campo del Ajaccio, que salvo milagro habrá perdido ya la categoría. 

Así pues, el calendario hace más bajada para el PSG. Aun así, Galtier aprovechó la sala de prensa para pedir a sus jugadores una reflexión para recuperar su mejor nivel. “Tenemos que terminar la liga con victorias y ser campeones. Solo podremos lograrlo con tensión y ganas”, aseguró el técnico marsellés. Todo está en manos de sus jugadores.