'Chiquillada' en Riazor: El filial del Celta hace historia al derrotar al Depor

El segundo equipo vigués repite la gesta de 2020, pero esta vez con un equipo joven y de formación propia

El Celta Fortuna se impuso por 0-1 al conjunto de La Coruña, que sigue inmerso en su particular crisis

Los jóvenes jugadores del Celta Fortuna, celebrando la victoria

Los jóvenes jugadores del Celta Fortuna, celebrando la victoria / Carlos Pardellas

M. Otero

El Celta Fortuna, los chavales criados en A Madroa, A Canteira Celeste, ganó al Real Club Deportivo de A Coruña en el Abanca Riazor en la tarde del 8 de octubre de 2023. La fecha queda grabada en la historia de la entidad celeste porque es un triunfo de los que se recuerdan y se recordarán. Aún está fresca la primera victoria de estas características, en diciembre de 2020, con el doblete de Alfon, que ayer también estuvo sobre el césped. Era aquel equipo de Onésimo un filial más maduro, con muchos refuerzos foráneos. Varios de los jugadores de Claudio Giráldez, por contra, militaban en División de Honor Juvenil hasta hace escasos meses y la gran mayoría son de formación propia. Otra gran diferencia estuvo en el juego. Aquel Celta B golpeó con eficacia y supo sufrir en defensa. Este Celta Fortuna fue superior. Los vigueses maniataron en defensa a un rival desquiciado y ensancharon el socavón de un Deportivo que navegó en las aguas de la impotencia. Un golazo de Pablo Durán a la media hora fue suficiente para que los jóvenes del filial asaltaran el feudo del rival. Un resultado que va a monopolizar la semana en el fútbol gallego.

Un 3-4-3 ambicioso

A los cuatro minutos, ataque eléctrico del Dépor por la derecha con Berto Cayarga, para el centro final en la combinación de Valcarce que atajaba muy seguro Coke. Importante que José Ángel, uno de los faros en la medular del Dépor, viese amarilla apenas unos segundos más tarde. El filial celeste estaba valiente en Riazor, con su defensa de tres y dos carrileros que convertían de hecho al equipo en un 3-4-3 ambicioso.

El derbi estaba vibrante y dinámico, con el sensacional ambiente en la grada de Riazor contagiándose no solo al Dépor, sino también a un Celta Fortuna ultramotivado y que sabía frenar bien los intentos locales. De hecho, tuvo bastante más peligro el conjunto de Claudio Giráldez en sus llegadas, muy verticales.

Así, al cuarto de hora percutía en velocidad Javi Rueda a la contra, con un intencionado centro raso en carrera al corazón del área que Martínez despejaba a córner con apuros. Los locales atacaban pero sobre todo por el centro, donde la zaga olívica podía frenar bien los atolondrados intentos blanquiazules.

Valcarce enviaba por encima del travesaño una de las ocasiones más claras del Deportivo, que trataba de llegar pero no estaba cómodo ante la solidez de los vigueses. Mella probaba en una jugada personal pero su centro chut acababa en los guantes de Coke, firme y seguro.

Y al final, la verticalidad de los olívicos encontraba su premio pasada ya la media hora de encuentro, cuando un chut de Hugo Álvarez era bloqueado por Ximo Navarro pero la pelota le caía en el segundo palo a Pablo Durán, quien puso la diestra con maestría para mandar al esférico a dormir pegadito al palo opuesto, imposible para Ian Mackay y 0-1 en todo lo alto.

Desquiciados los de Idiakez tras recibir el mazazo, a punto estuvo Alfon de doblar la diferencia del Celta Fortuna en una valiente escapada con trallazo que se metía pegado al palo corto. Lo evitó Mackay en su estirada. A los 41 minutos, en un servicio de esquina para los herculinos, el testarazo poderoso de Pablo Vázquez rozaba en un zaguero y se perdía por línea de fondo, peligro coruñés. Y en el segundo córner seguido, de nuevo testarazo de Pablo Vázquez que se marchaba no lejos de la escuadra. Descanso con sonrisas anchísimas en los rostros del filial.

Triple cambio de un desesperado Idiakez en el descanso, pero decorado bastante similar en el primer latido del segundo periodo, con un intento en el segundo palo del dolorido central galo Pablo Martínez que se iba fuera, y con Javi Domínguez maravilloso y rápido al corte ante una peligrosa irrupción de Paris Adot en el área olívica.

José Ángel peinó un saque de esquina a renglón seguido pero Coke estaba atento y firme en el juego aéreo. El filial del Celta iba enfriando el encuentro y aprovechaba que los nervios de los deportivistas iban creciendo minuto a minuto, mirando el crono y el marcador.

Gran trabajo de contención

Lucas Pérez ponía una falta al área y de nuevo José Angel se imponía por arriba, pero no había manera y el cuero aterrizaba suave en los guantes del arquero celeste. Poco después era Hugo Rama el que lo intentaba con un disparo cruzado que acababa sin consecuencias.

No había apenas noticias del Celta Fortuna en ataque, pero el trabajo de medio campo hacia atrás era sencillamente sensacional. Javi Rueda se lanzaba con valentía para despejar con la testa un zapatazo de Martínez y en los compases finales se acentuaba el acoso coruñés.

Martín Ochoa disparaba alto desde muy cerca a los 88 minutos, Davo estrellaba su remate en escorzo en el lateral de la red un minuto por encima del noventa y la última ocasión local era un chut lejano y a la desesperada de José Ángel. Locura viguesa con el pitido final. El filial había ganado en Riazor.

Deportivo       0

Mackay; Ximo Navarro (Paris Adot, min 46), Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Dani Barcia (Jaime, min 46); José Ángel, Villares (Martín Ochoa, min 82); Pablo Valcarce (Davo, min 70), Berto Cayarga (Hugo Rama, min 46), Mella; Lucas Pérez.

Celta Fortuna   1

Coke; Javi Rodríguez, Javi Domínguez (Piay, min 88), Joel López (Yoel Lago, min 62); Javi Rueda, Damián, Miguel Román, Hugo Álvarez (Dela, min 88); Raúl Blanco (Tincho, min 62), Pablo Durán (Bruno Iglesias, min 72), Alfon.

Gol: 0-1, min 32: Pablo Durán. Árbitro: a los visitantes Joel López (min 48), Damián (min 77) y Yoel Lago (min 94). Incidencias: t Abanca Riazor. Un total de 25.672 espectadores. Homenaje previo a Djalminha.

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“Los quiénes hacen los cómo”, proclamó Imanol Idiakez en la previa de la visita del Celta Fortuna a Riazor para ejemplificar que serían los jugadores escogidos en la alineación los que marcarían el planteamiento. Llamó la atención la apuesta del técnico, con Barcia y Mella en la banda izquierda y Cayarga en el lugar de Hugo Rama. Enseguida quedó expuesta la apuesta fallida del técnico en la que posiblemente haya sido la puesta en escena más triste del Deportivo en las cuatro temporadas que lleva ya penando por la tercera categoría del fútbol español. Y encima ante el filial del rival histórico. Por momentos el conjunto de Giráldez pareció aquel que construyó Berizzo a imagen de los equipos de Bielsa, con marcajes individuales en todo el campo y un estilo muy sudamericano alejado del academicismo que busca el Deportivo de Idiakez. Porque sin Yeremay, o en su ausencia alguien capaz de jugar al espacio, el Deportivo se convierte en ese equipo con vicios posicionales que ha sido las últimas dos temporadas, aburrido y mecánico, incapaz de traspasar una línea rival. Tres años después, el filial del Celta volvió a asaltar Riazor. No es una derrota cualquiera porque abre muchas heridas y coloca el proyecto en una situación incómoda. Por aquel entonces, aquel tropiezo precipitó la salida de Fernando Vázquez y ahora cuando menos deja en una posición muy incómoda a Idiakez, que esta vez no tiene demasiadas excusas. Hasta ahora al Dépor se le habían atragantado los equipos que por encima de todo buscaban protegerse. Ayer también se le torció un rival que le jugó de tú a tú, así que no está muy claro qué puede hacer este Deportivo de Imanol Idiakez. El peor parado es él, pero deja en una situación delicada también a una plantilla costosa y que ayer también naufragó.