La revolución que prepara el 'salvador' del United: inyección millonaria, ¿adiós a Old Trafford?...

Jim Ratcliffe, dueño de INEOS, se ha convertido en el nuevo propietario de los 'Red Devils'

Posee un 25% del accionariado del club y ha prometido una inyección importante de capital a su llegada

Ratcliffe compra el Manchester United

El empresario británico estrenará este martes, en el Boxing Day, su condición de propietario del 25% del club de Old Trafford / Perform

Iker Lloveras

Iker Lloveras

En el lado rojo de Mánchester están de enhorabuena. En medio de la tormenta, ha aparecido un rayo de luz que no es habitual en una ciudad tan acostumbrada a la lluvia. Jim Ratcliffe, propietario de la empresa petroquímica INEOS y con otros grandes activos en el mundo del deporte, firmó de forma definitiva la compra de un 25% de la propiedad del Manchester United. Tres años y medio de negociaciones mediante, el capítulo está cerrado.

Tras darse a conocer la noticia (que fue bien recibida por gran parte de los aficionados del club), se ha empezado a especular con la posible revolución que puede llegar en los próximos meses al club de Mánchester. Lo que se ha prometido es una inyección de capital por valor de 300 millones de libras (unos 345 millones de euros) en el proyecto deportivo del club. Sin embargo, hay otros puntos importantes sobre los que hablar.

EL PROBLEMA DEL ESTADIO

Empezando por los cimientos de la casa. Es la gran duda que reina en el ambiente de los 'Red Devils'. La reforma del 'Teatro de los Sueños', uno de los estadios más imponentes de Inglaterra y del mundo del fútbol, será una de las tareas pendientes de Ratcliffe a su llegada.

Según apuntan varios expertos desde Inglaterra, el dueño de INEOS tiene varias opciones para transformar Old Trafford, un estadio fundado en 1910 cuya última ampliación data de 2006, hace ya 17 años. Deben ponerse manos a la obra lo antes posible.

Aficionados del Manchester United, en los aledaños de Old Trafford

Aficionados del Manchester United, en los aledaños de Old Trafford / EFE

La situación es crítica, pues en ocasiones el techo del estadio cede ante la lluvia y se producen escenas difícilmente justificables con cascadas de agua. Una de las opciones es expandir la tribuna sur sobre una carretera adyacente mientras se remodela el resto del terreno, o directamente construir de cero y 'mudarse' a un nuevo estadio.

Según la información de 'The Telegraph', el propio Ratcliffe es consciente de que arreglar la situación del estadio significará una gran inversión a medio plazo. En sus manos estará tomar una decisión radical o 'guardarse' ante posibles críticas de los aficionados más veteranos.

MÁS MILLONES PARA GASTAR

Tras la primera temporada de Erik Ten Hag desde su llegada al banquillo en abril de 2022, el Manchester United tiró la casa por la ventana el pasado verano: gastaron un total de 200 millones de euros en seis fichajes (Hojlund, Mount, Onana, Amrabat, Bayindir y Evans). A la vista está de que el resultado no ha sido el esperado, con una situación deportiva a punto de explotar y con el neerlandés pendiente de un hilo.

Rasmus Hojlund, nuevo jugador del Manchester United

Rasmus Hojlund, nuevo jugador del Manchester United / @ManUtd

No contentos con eso, los aficionados 'Red Devils' siempre han acusado a la familia Glazer de usar el gran poder comercial de la marca United para hacer negocios y su falta de inversión en el club. Ahora, la situación podría dar un giro radical con la llegada de un nuevo 'rico' como es Jim Ratcliffe, quien sí ha prometido una importante inyección a su llegada.

Desde Inglaterra se habla de 245 millones de libras (282 millones de euros), aunque otros lo disparan hasta los casi 350 millones de euros. Sea como sea, el nuevo dueño se ha mostrado predispuesto a ponerse manos a la obra y tener voz y voto en las nuevas decisiones del proyecto deportivo. Con la duda sobre la continuidad de Erik Ten Hag a final de temporada, se espera un verano movidito en Old Trafford en materia de fichajes. Deberán fijarse en el ejemplo del Chelsea con Todd Boehly para no repetir sus errores en un exceso de gasto innecesario. La codicia rompe el saco.