Wenger le pedirá explicaciones
Özil, cazado en una discoteca de Berlín
Ausente el sábado en el partido del Arsenal en Newcastle, Özil tenía permiso para viajar a Alemania y fue visto en una fiesta privada en Berlín el sábado por la noche
Robert Wulff
Arsene Wenger tiene la intención de reunirse en privado con Mesut Özil a su regreso de la concentración con la selección alemana para pedirle explicaciones de la fiesta a la que acudió el sábado por la noche en Berlín, de la que no había dado cuenta a nadie y en la que fue descubierto por el diario Bild a altas horas de la madrugada.
Özil, que no participó en el partido que el sábado disputó el <strong>Arsenal en Newcastle</strong>, fue autorizado por su entrenador a a adelantar su viaje Alemania y aunque no se contempla una sanción por parte del club gunner, Wenger le recordará la responsabilidad que tiene de cara a los aficionados.
El futbolista fue visto en un club nocturno de Berlín en la madrugada del sábado al domingo, en una fiesta privada de la que dio cuenta el diario Bild y a la que acudió en compañía de varios amigos. El domingo se concentró con la selección germana, a las órdenes de Joachim Löw, para preparar el amistoso del miércoles frente a Australia y el partido del domingo en Georgia, valedero éste para la Eurocopa de 2016.
Alemania es segunda en el grupo D, con siete puntos en cuatro jornadas y por detrás de Polonia después de haber sido <strong>derrotada por la selección polaca (2-0)</strong> y empatar frente a <strong>Irlanda (1-1)</strong>, por lo que el choque frente a Georgia se contempla como vital en las aspiraciones de la campeona del mundo.
- Oferta del Barça muy a la baja por Dani Olmo
- ¡Giro de guion en el futuro de Dovbyk!
- España - Japón, en vivo hoy: el partido de fútbol femenino de los Juegos Olímpicos de París 2024
- El Madrid empieza la pretemporada con victoria
- La hoja de ruta del Barça con Pau Víctor
- Quién es Berta Gallardo, la pareja de Fermín López
- Argentina cayó ante Marruecos tras un final de escándalo en los Juegos
- Más difícil todavía para Flick