Guardiola o Julián Álvarez: ¿Quién se equivoca?

Julián y Pep toman asiento en el despacho de la ciudad deportiva del Manchester City. El argentino, de apariencia tímida y callado, ha dejado de ser el 'niño' que llegó hace dos años a Mánchester sin saber ni una palabra de inglés y al que parecía que le daba vergüenza ser tan bueno y tan resolutivo en tan poco tiempo. Han pasado sólo dos temporadas de todo aquello, pero ahora tiene más claro que nunca que quiere dejar de ser una carta más en el casillero: quiere ser el 'crupier' y repartir él el juego en su carrera. 

Olé: Julián Álvarez ya es del Atlético de Madrid

"¿Verdad o atrevimiento?", pregunta Pep. "Las dos", responde Julián, que ya no se anda con chiquitas. El argentino, antes de que el técnico pregunte, ya le confiesa que quiere abandonar el club. Antes de que Guardiola tenga tiempo a convencerle (como ya hizo con Bernardo Silva), 'La Araña' ya ha cruzado la puerta. Cansado de ser cola de león, quiere ser cabeza de ratón y toma su maleta rumbo a Madrid para sentirse el líder de un proyecto lógicamente inferior pero que apunta altísimo: el 'transfer' Mánchester - Atlético de Madrid se ha cerrado por una cantidad cercana a los 95 millones de euros.

¿ACIERTO PARA JULIÁN, ERROR PARA EL CITY?

En Inglaterra, hay quien considera su fichaje por el Atlético de Madrid como un paso atrás para el jugador, pero es que el conjunto colchonero le brinda a Julián el contexto de protagonismo y el papel de 'galáctico' que jamás iba a tener en Mánchester. O quizás sí, quién sabe. La paciencia no es una cualidad que abunde en el mundo del fútbol, y Julián se ha cansado de esperar. Perderse los partidos clave de la temporada (0 y 3 minutos en la eliminatoria de Champions ante el Real Madrid, suplente en la final de la FA Cup y cuatro banquillos consecutivos en el final de la Premier) es una losa que le ha pesado demasiado. Cambiará a Pep por Simeone. Al fútbol del City por el del Atleti.

Para el City, la pérdida de Julián Álvarez se puede interpretar de varias maneras. Quien prefiera ver el vaso medio lleno pensará en el beneficio económico para el club: llegó por 17 millones de euros procedente de River Plate y se marchará al Atlético dejando cerca de 95 millones en caja. De la doble operación, resultan 78 millones en ganancias. Un negocio perfecto de no ser porque dejarán marchar a un talento generacional, en plena madurez a sus 24 años y asentado ya como uno de los mejores delanteros del planeta.

¿INSUSTITUIBLE?

Guardiola se ha caracterizado, más allá de por ser un entrenador excelso, por ser un gestor de equipo obsesivo y que tiene todo controlado al milímetro, casi a la perfección. Un proyecto gigantesco y camaleónico como el Manchester City que desde los despachos se reinventa temporada tras temporada, perdiendo o dejando marchar a futbolistas de gran nivel y encontrando siempre un sustituto igual o incluso mejor. Se fueron Raheem Sterling o Riyad Mahrez y llegaron Erling Haaland, Jack Grealish o el propio Julián.

Quisieron salir Gündogan y Palmer y el equipo acabó acusando su ausencia, aunque volvieron a ganar. La política es muy clara: quien quiera salir tiene la puerta abierta (menos Bernardo Silva, claro). Ahora el reto parece todavía mayor, pues con la salida del argentino los 'Cityzens' deberán confiar todo en un Erling Haaland tan colosal como errático en sus peores días. Julián, un notable alto en todo, nunca falla. Sin él, Foden deberá dar un paso adelante y convertirse en el nuevo socio perfecto del noruego. ¿Se arrepentirá Julián de dejar Mánchester? ¿Lamentará su pérdida Pep la próxima temporada? Sólo el tiempo le dará la razón a uno de los dos. Lo que está claro es que quien arriesga es el argentino, mientras que al de Santpedor no le ha quedado más remedio que ceder ante la clara postura de su '19'.