Cuenta atrás para la posible desaparición de un club histórico en Inglaterra

El Derby County está destinado a morir si no consigue solventar sus deudas

El conjunto entrenado por Wayne Rooney no ha encontrado a un comprador solvente

El Derby County sigue sin encontrar un comprador | Twitter @dcfcofficial

El Derby County sigue sin encontrar un comprador | Twitter @dcfcofficial / El Derby County sigue sin encontrar un comprador | Twitter @dcfcofficial

Iker Lloveras

El futuro del Derby County es cada vez menos esperanzador. El club de la ciudad de Derby, colista de la Championship tras la reducción de 21 puntos que sufrió esta temporada, podría recibir una nueva reducción la próxima temporada si no consiguen liquidar sus deudas pendientes.

El club sigue lejos de encontrar un comprador que pueda afrontar la liquidación de las deudas de la entidad para alejarse del borde del precipicio en el que están. Las esperanzas de evitar el descenso a League One (tercera división), que supondría un bajón importante de ingresos por derechos televisivos, parecen cada vez más remotas: el equipo está a 8 puntos de la salvación, con 7 jornadas restantes.

Los 'Rams', que están en concurso de acreedores desde el mes de septiembre, habrían visto como muchos de los posibles compradores se retiraban de la puja por la magnitud de deudas y el hecho de que la propiedad del estadio pertenece a Mel Morris, el último 'chairman' del club.

Según el 'Telegraph', sólo hay dos candidatos que siguen interesados en la compra. Mike Ashley, antiguo propietario del Newcastle, sería uno de los nombres que maneja el Derby. El segundo es de origen norteamericano. Sea como sea, la administración, Mel Morris y la English Football League (EFL) deben ponerse manos a la obra para evitar la catástrofe.

La administración comentó que había impuesto una fecha límite del pasado viernes para que las últimas ofertas de los compradores pudieran llegar al club. La espera parece que se va a hacer larga.

Un club como el Derby County, hogar de leyendas como Brian Clough, Peter Shilton o Marco Gabbiadini, que ostenta un promedio de 22.000 espectadores en el Pride Park Stadium, no puede desaparecer de la noche a la mañana. Los 'fans' no se lo perdonarían nunca, y el fútbol inglés lloraría la pérdida de un histórico que necesita volver a ver la luz.