Las confesiones de Ibrahimovic

Zlatan Ibrahimovic, genio y figura, se destapó en una entrevista concedida a Canal+ Francia con una serie de confesiones íntimas que denotan su especial fortaleza personal ante lo que él considera que han sido adversidades en su vida.

En sus declaraciones denuncia la existencia de racismo en la sociedad sueca, que él dice haber sufrido desde muy joven, cuando iniciaba su carrera en el mundo el fútbol. "Cuando llegué al Malmoe, no fui aceptado como los demás. ¿Por qué? Porque yo era Ibrahimovic. No era Andersson, no era Svensson, todos esos apellidos típicamente suecos. Yo era extranjero", recuerda futbolista de origen bosnio-croata.

Zlatan pone como ejemplo un problema que tuvo en edad juvenil. "Tuve un incidente en un entrenamiento, me hicieron una entrada y le di un cabezazo a un compañero, porque estaba enfadado. Su padre era agente de policía. Él firmó una carta para el club pidiendo que fuera expulsado y dio ese papel a todos los jugadores del equipo y decía: 'firma esto si estás de acuerdo en que Zlatan debe ser expulsado'. Yo estaba en juveniles. ¿Puedes imaginar cómo me sentía cuando pasó eso? Me sentía como que no encajaba, como la oveja negra. No aceptaban mi actitud, no me aceptaban como persona, no me hacían sentir bienvenido. Era diferente, tenía una cara diferente, no era rubio, no tenía la piel blanca como los suecos. Sufrí en el sentido de que no era tan fácil para mí como para los demás. Sentía que tenía que hacer diez veces más para ser visto como los demás", recuerda el delantero escanvinavo.

Ibrahimovic, lejos de poder congratularse de haber superado esta situación, denuncia que nada ha cambiado con el paso de los años y se siente castigado por los medios de comunicación suecos. "Todavía hoy es así. ¿Qué hacen hoy los medios suecos? ¿Me defienden o me atacan? Todavía me atacan. Porque todavía no aceptan que sea Ibrahimovic. Si otro jugador sueco cometiera los errores que yo cometo, le defenderían. Pero cuando se trata de mí no me defienden. Pero eso me hace más fuerte.", denuncia el delantero del Manchester United.

A su juicio, de nada ha valido convertirse en el futbolista sueco más laureado de la historia y considera que el racismo es latente en la sociedad escandinava. "Esto es racismo, es racismo encubierto. Existe, estoy seguro. Porque yo no soy Andersson o Svensson. Si fuera así, créeme, me defendería incluso si robara un banco. Me defenderían, te lo digo. Pero no me defienden de la forma en que deberían, porque yo probablemente sea el mejor jugador de la historia de Suecia. Nadie ha hecho lo que yo. El que más balones de oro suecos tenía, ganó dos. ¿Cuántos tengo yo? 11. Lo que yo he hecho por el fútbol sueco, no ha ocurrido jamás", reivindica Ibrahimovic.

El internacional sueco mandó también un recado a la sociedad francesa cuando su entrevistador, el exfutbolista Olivier Dacourt, le interpeló al insinuar que tal vez no había tenido el reconocimiento que esperaba por ser alguien tan "arrogante" como él. "No importa, soy el mejor", respondió Ibra antes de arremeter contra el público francés. "Aquí en Francia tuve problemas con vuestra actitud. Extraño. ¿Por qué? Por lo que decís y hacéis. Vosotros me llamáis arrogante y los franceses son conocidos por ser arrogantes. Así que soy exactamente como vosotros. Deberíais adorarme, porque estoy representando a Francia muy bien", aseveró con convicción. Lo dicho, genio y figura.