El City impone su ley al rebelde Leicester

El City rebaja al Leicester

Pol Ballús

El Manchester City domó al insolente Leicester City (3-1) y se acerca a la segunda plaza de la Premier League. Los ‘foxes’ un equipo rebelde que ha impresionado a Inglaterra por méritos propios, fue superado con claridad por los de Guardiola, que quedan a un punto del Leicester, a quien le aprieta el calendario: en el Boxing Day reciben al Liverpool.

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Premier League

3
1
Alineaciones
Manchester City
Ederson; Walker, Otamendi, Fernandinho, Mendy; De Bruyne (Agüero, M.91), Gündogan (Rodri, M.7, Bernardo; Mahrez, Gabriel Jesus, Sterling (Foden, M.89).
Leicester City
Schmeichel; Pereira, Evans, Soyuncu, Chilwell; Ndidi, Tielemans (Praet, M.76); Ayoze (Gray, M.68), Maddison, Barnes (Albrighton, M.63); Vardy.

Brendan Rodgers dijo en la previa que tenía ganas de visitar el Etihad para ponerse a prueba. Un mensaje que llegó a Manchester, porqué el City salió a ahogarlos. Los de Guardiola arrancaron mordientes en la presión, y encontrando inspiración a través de De Bruyne y Mahrez. El argelino fue un dolor de muelas constante para Chilwell, superado durante todo el partido, y con un City superior fue tan solo el meta Schmeichel quien evitó un primer tanto local: salvó una a Mahrez, otra a Gabriel Jesus y De Bruyne la mandó al poste. Pero al Leicester aún le quedaba algo a lo que agarrarse: el mejor delantero centro de lo que va de Premier League.

Jamie Vardy es un incordio absoluto para cualquier defensa, y rodeado de Fernandinho y Otamendi no fue menos. Su constante movilidad y lectura para ver espacios a la espalda rival fue un desahogo para los ‘foxes’, y un puñal en la defensa local. Tanto, que en la primera que tuvo castigó. Vio su desmarque Barnes, y le sirvió un balón largo a la carrera con Fernandinho. Vardy se lo comió en velocidad. Su carrera fue imparable, así como la picadita que se inventó a la salida de Ederson. 0-1, silencio en el Etihad y tanto número 17 de su cuenta en liga.

Fue el cuarto partido de liga seguido que el City empezaba perdiendo en casa. Tuvo otro eslalon Vardy, demasiado para los centrales locales. Su tiro se fue alto. Una buena noticia para el City, aunque la mejor de todas para Pep fue ver que sus jugadores no quedaron tocados. Se volvieron a apoyar en un De Bruyne encendido en la sala de máquinas, y un Mahrez tocado por una varita. El argelino hizo su jugada: Encara, recorta hacia dentro, amaga y dispara. Esta vez, con la suerte que rozó en Soyuncu y batió a Schmeichel para igualar el partido.

En plena ebullición, los de Guardiola encontraron el segundo desde la pena máximaPereira hizo caer torpemente a Sterling, el VAR confirmó el penalti. Lo tiró Gündogan tan ajustado que ni la gran estirada de Schmeichel pudo con él, y remontó el partido antes del descanso.

El partido era abierto y atractivo, un caramelo para el espectador. Pero en la reanudación el City se encargó de remediarlo. Los de Guardiola fueron dueños del segundo tiempo, sin dejar opción al Leicester. Los últimos 45 llenos de ocasiones malogradas por el City, fueron una declaración de los campeones a los rebeldesdonde brilló De Bruyne. El belga se inventó la jugada que sentenciaría el choque, una incursión por el carril derecho, sacudiéndose a Soyuncu y centrando con la precisión de una aguja: Gabriel Jesus lo empujó a la red. El resultado en parte beneficia al Liverpool, su principal perseguidor pierde tres puntos, pero el City demuestra que no pasa por su cabeza dejarse ir.