¿Quién se acuerda de Bernardo Silva?

Hay cosas en el fútbol que no cambian, y una de las más bonitas de ver tiene por nombre Bernardo Mota Veiga de Carvalho e Silva. El talentoso futbolista del Manchester City, ya dispuesto de la 'mochila' que le supuso durante tres veranos consecutivos la desesperación de fichar por el Barça y toparse con la puerta cerrada, está en un proceso de transformación de su juego hacia una nueva versión mejorada y nunca antes vista. Mientras Erling Haaland, Julián Álvarez o Jérémy Doku ocupan las portadas (con total merecimiento), Bernardo sigue brillando como siempre.

Julián Álvarez, el 'salvavidas' de Guardiola

Y aunque no es ninguna novedad, su talento merece mención especial. Porque el portugués, a sus 29 años, está metido de lleno en su etapa de plenitud futbolística y de máximo esplendor de su brillantez en el juego. Con Kevin De Bruyne en el dique seco desde el mes de agosto, Bernardo se ha visto obligado a reinventarse en un futbolista mucho más coral. Por muchísimos motivos que vamos a descubrir, el portugués es uno de los talentos más preciados en la Premier League.

UN MAGO CON MUCHOS TRUCOS

No será el futbolista más completo. Ni el más físico. Ni el más goleador. Ni el mejor regateador. Ni quizás el mejor pasador. Pero Bernardo Silva es, con muchísima diferencia, el jugador más inteligente sobre el terreno de juego. Un talento con una consistencia inigualable que rinde siempre a un nivel prácticamente perfecto. La marcha de Ilkay Gündogan dejó un agujero importante en la medular del Manchester City que se ha encargado de tapar Bernardo.

Ni siquiera los grandes fichajes de Matheus Nunes y de Mateo Kovacic para reforzar esa zona se asemejan a la enorme influencia del portugués, por primera vez asentado definitivamente como un centrocampista puro y con menos tendencia a ser un '8' llegador y resolutivo en ataque. Fruto de esta 'reconversión', esta temporada suma apenas 3 goles y 3 asistencias en 15 partidos disputados.

Sin embargo, su influencia sigue siendo enorme o incluso mayor. Su enorme versatilidad le ha permitido a Guardiola moverle por diferentes zonas del campo según la necesidad del equipo y las lagunas en la plantilla fruto de las lesiones. Sin Rodri, Bernardo se ha probado en la posición de pivote y lo cierto es que ha rendido a las mil maravillas. Mucho más preciso, menos incisivo y más organizador, ha mejorado en tareas menos visibles y se le ha visto mucho más implicado en los esfuerzos defensivos.

Si le echamos un vistazo al mapa de calor de 'Sofascore' en lo que va de temporada, veremos cómo sigue con tendencia a ocupar uno de los dos extremos pero su posición se retrasa algo más hacia zonas centrales, abandonando en ocasiones su rol de desatascador en la banda y cayendo a zonas de construcción multiplicando sus esfuerzos en la presión. Este Bernardo es distinto pero sigue siendo el mejor en lo suyo.

Y Guardiola lo sabe de sobras. Con contrato hasta 2026, el futuro de Bernardo Silva parece ligado al Manchester City hasta que el de Santpedor se canse de él, cosa que parece poco probable visto su rendimiento esta temporada. Aunque llegado el verano todo puede pasar. ¿Hasta cuándo seguirá a este nivel? Sólo el tiempo lo sabe.