¿Qué puedo hacer para subir mis defensas?

Disponer de un sistema inmune poderoso es, según Álvarez de Mon, catedrático de Medicina y director del Departamento de Medicina y Especialidades Médicas de la Universidad de Alcalá de Henares, "la mejor defensa para nuestro organismo". Después de todo, este conjunto de células y moléculas se encuentra por todo nuestro cuerpo listo para reconocer y destruir a todos aquellos agentes anómalos, muchos de ellos con potencial para perjudicar nuestra salud. La pregunta es: ¿qué podemos hacer en nuestro día a día para fortalecer nuestro sistema inmunológico y protegernos de las infecciones?

Pues lo primero, como <strong>explican </strong>desde el portal del University of Maryland Medical System, para conseguir que "las defensas de nuestro cuerpo sean lo más fuertes posible" es mantener una dieta equilibrada. En ese sentido, además, existen nutrientes especialmente beneficiosos como la vitamina C, que "puede ayudar con la prevención de infecciones virales, bacterianas y de otro tipo", además de actuar como "antiinflamatorio y antihistamínico natural". Pero no es la única vitamina con gran incidencia en el sistema inmunológico. Tanto la vitamina D como la vitamina A son dos grandes aliados a la hora de evitar y combatir infecciones.

En cuanto a alimentos completos, desde la Universidad de Maryland recomiendan incluir en nuestras dietas productos como la miel, "que tiene propiedades antioxidantes y algunos efectos microbianos", el ajo, cuyas propiedades le proporcionan capacidad "para prevenir las infecciones virales del resfriado común", y todos los alimentos probióticos como el yogur, el queso crudo o el kéfir, ya que "contienen bacterias buenas que apoyan la salud intestinal e influyen en la función y regulación del sistema inmunológico. Además, también aconsejan incluir beta-glucanos en nuestra alimentación, presentes en muchos cereales.

Sin embargo, hay muchas otras cosas que podemos implementar en nuestras vidas para fortalecer nuestras defensas naturales más allá de la alimentación. Como por ejemplo realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado o descansar adecuadamente todas las noches. Además, y como informan desde esta institución, el estrés excesivo puede mermar las capacidades de nuestro sistema inmune, por lo que resulta muy importante "incluir actividades en nuestra vida diaria que nos ayuden a controlar el estrés" como "las saludas al aire libre", "practicar la meditación con regularidad" o "hacer arte".

Pero tan importante como incorporar a nuestra rutina diaria acciones beneficiosas para el sistena inmune es eliminar de la misma acciones que lo perjudican. Es el caso del tabaco. Según <strong>un estudio</strong> llevano a cabo por científicos chinos, "el tabaquismo afecta tanto a la inmunidad innata como a la adaptativa y juega un papel doble en la regulación de la inmunidad, ya sea a través de la exacerbación de las respuestas inmunitarias patógenas o de la atenuación de la inmunidad defensiva". Por ello, "si fumamos, debemos obtener apoyo para ayudarnos a dejar de fumar", según los especialistas de la Universidad de Maryland.

Algo bastante similar ocurre con el consumo de alcohol. Por eso, y en caso de beberlo, los expertos invitan a "limitar la cantidad de alcohol que bebemos". Como podemos comprobar, todas estas acciones coinciden con los preceptos fundamentales de una vida saludable. No es casualidad que los especialistas médicos nos la recomienden. Por otro lado, además de fortalecer nuestro sistema inmune, la University of Maryland nos recuerda que para prevenir infecciones como el SARS-CoV-2 o el resfriado común tenemos que "lavarnos las manos con frecuencia y distanciarnos socialmente".