¿Qué son los trigliceridos?

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SPORT.es

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Nuestro organismo posee la capacidad de transformar las calorías que no requiere en materia grasa con una finalidad de supervivencia: almacenarla en las células grasas como reserva energética para el futuro. De una manera más concreta, nuestro cuerpo convierte dichas calorías sobrantes en un lípido llamado triglicéridos, que en momentos de escasez energética son liberados de las células mediante la acción de las hormonas. No obstante, niveles muy altos de triglicéridos, condición conocida como hipertrigliceridemia, puede ser verdaderamente perjudicial para nuestra salud por mútiples razones diferentes.

Como aseguran desde Mayo Clinic, entidad dedicada a la divulgación médica, "los triglicéridos altos pueden contribuir al endurecimiento de las arterias o al engrosamiento de las paredes arteriales, lo que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y enfermedad cardíaca". Y, además, agregan sus expertos, unos niveles extremadamente altos de triglicéridos también pueden generar una inflamación muy aguda del páncreas conocida médicamente como pancreatitis. Por eso resulta muy importante mantener los niveles dentro de los parámetros recomendados. ¿Pero cuáles son exactamente?

Según esta misma entidad norteamericana, los niveles normales de triglicéridos se encuentran por debajo de los 150 miligramos por decilitro de sangre. Mientras tanto, el límite alto se halla en entre los 150 y los 199 miligramos por decilitro, el nivel propiamente alto entre los 200 y los 499 miligramos por decilitro y el nivel extremadamente alto por encima de los 500 miligramos por decilitro. Estos niveles pueden observarse a través de un sencillo análisis de sangre. En ese sentido, desde Cleveland Clinic recomiendan someterse a este análisis una vez cada cinco años aproximadamente en personas sanas.

Desde esta misma institución enumeran además algunos de los principales factores de riesgo de la afección. Como una dieta rica en azúcar y carbohidratos simples, la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la enfermedad hepática, la enfermedad renal, la enfermedad de tiroides, la menopausia, la diabetes incontrolada, los antecedentes familiares de colesterol alto y el consumo de algunos medicamentos del tipo diurético, hormonal, corticosteroide o betabloqueantes. De ahí que en ocasiones los niveles altos de estos lípidos sirvan para detectar otras enfermedades o afecciones subyacentes.

En cualquier caso, es fundamental seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias para mantener los niveles de triglicéridos saludables: ser físicamente activo durante al menos 30 minutos diarios, controlar la hipertensión arterial y la diabetes, reducir el consumo de alcohol, dormir lo suficiente, gestionar el estrés, dejar de fumar y mantener un peso saludable. La alimentación es clave. Y desde la Fundación Española del Corazón animan a "seguir una alimentación baja en grasa saturada" y "en su lugar, emplear alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados y aquellos en los que predominen los ácidos grasos omega-3".