¿Hay que ducharse antes de entrar a la piscina?

Ducharse antes de bañarse en una piscina comunitaria es una recomendación muy extendida que alcanza el grado de norma en bastantes ocasiones. Sin embargo, y como apuntan desde Swim Guide, servicio mundial de información sobre la playa y la piscina, "solo el 30% de las personas se duchan siempre antes de bañarse en una piscina". En la mayoría de casos, los motivos de ese otro 70% para no hacerlo están relacionados con la percepción de que en realidad no es una acción tan importante. Pero eso es precisamente lo que este portal especializado niega. Y por una razón fundamental: el cloro.

Como todos conocemos, el cloro es una sustancia muy efectiva a la hora de eliminar patógenos perjudiciales para la salud humana. Pero hay dos problemas. Por un lado, esta sustancia puede tardar hasta diez días en matar ciertos parásitos. En caso de estar infectados, no ducharnos podría conllevar la infección del resto de los bañistas. Por otro lado "cuando el cloro se mezcla con la materia orgánica de nuestro cuerpo puede generar un agente tóxico llamado subproductos halogenados". En ese sentido, las duchas nos permiten eliminar toda esa materia orgánica, incluido el sudor y las bacterias.

Y es muy importante. Según explican desde la BBC, estos subproductos son "potencialmente dañinos" y los bañistas los "pueden respirar y pueden causar irritación en los ojos y en el sistema respiratorio, provocando ataques de tos o de asma". Además, añaden desde el medio británico, "los niños pequeños son los que están más expuestos a estos químicos nocivos porque tragan más agua". Por supuesto, la solución no pasa tan solo porque los más pequeños y las más pequeñas se duchan siempre antes de bañarse en la piscina. La tarea no entiende de edad: todos deberíamos darnos esas duchas preventivas.

Pero también duchas al salir de la piscina, tal y como recomienda el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos. En palabras de los expertos de Swim Guide, "ducharse con agua tibia y jabón inmediatamente después de las actividades recreativas en el agua ayuda a eliminar las bacterias de la superficie de la piel y del cabello". Después de todo, como hemos visto, la estadística nos dice que la mayoría de las personas no se ducha antes del baño, lo que significa que podemos exponernos al contacto con microorganismos durante el mismo. La ducha posterior también es clave.

¿Solo en piscinas muy concurridas? En absoluto. Desde Swim Guide aconsejan realizar estas duchas en toda piscina e incluso en la playa. A fin de cuentas, dicen, "si no te duchas antes de meterte en el agua traes rastro de materia fecal y patógenos asociados", motivo por el cual "la calidad del agua en algunas playas empeora a medida que avanza el día". En ese sentido, advierten, incluso tragar una pequeña cantidad de agua de playa contaminada con heces puede enfermarnos. Teniendo en cuenta que las playas urbanas están equipadas con duchas públicas, resulta bastante sencillo seguir este consejo y mantenernos protegidos.