¿A qué edad se debe dejar el biberón?

Los biberones representan mucho más que una fuente de alimento para los niños pequeños

En lugar de cortar todos los biberones de una vez, debemos intentar eliminarlos del horario de alimentación con tiempo

Una madre da el biberón a un bebé

Una madre da el biberón a un bebé / Pixabay

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Los biberones representan mucho más que una fuente de alimento para los niños pequeños. Como aseguran desde KidsHealth, institución dedicada a la salud infantil, "los biberones también significan comodidad y seguridad". Por eso eliminarlos de sus vidas puede resultar complicado en ocasiones. No obstante, dicen los expertos de esta oenegé, "cuanto más esperan los padres para comenzar la transición del biberón al vaso más apegados se vuelven los niños a sus biberones y más difícil puede ser romper el hábito". Aunque no es el único motivo para afrontar este desafío en el momento oportuno.

Porque, según cuentan desde WebMD, medio especializado en información médica, los biberones aumentan las probabilidades de padecer caries dentales. Esto es así debido a que, "succionando de un biberón, azúcar y ácido permanecen más tiempo en los dientes". Además, la saliva ayuda a la eliminación de las partículas y los restos de alimento presentes en la boca y esta genera una menor cantidad de saliva ante la presencia del biberón. Por otro lado, agregan los expertos de esta publicación, "el empleo prolongado del biberón está relacionado con la obesidad". Generalmente se produce un consumo excesivo de calorías.

Y no termina ahí la cosa. Al parecer y siempre según estos especialistas, la succión constante que requiere el biberón puede modificar paulatinamente la posición de los dientes adultos en el futuro y provocar un desarrollo deficiente de los músculos faciales y del paladar. En otras palabras: los bebés que usan el biberón durante mucho más tiempo del debido tienen más probabilidades de requerir ortodoncia en la adolescencia o en la edad adulta. Otra posible consecuencia es la infección de oído generada por beber acostado. Y, ahora que sabemos la importancia de retirar a tiempo el biberón, la pregunta clave es cuándo.

Y aquí existen distintos escenarios. El primero, el más recomendable, "es omitir los biberones por completo e ir directamente del destete a los vasos alrededor del primer año". El segundo, en el que el bebé utiliza biberón desde muy pequeño, es retirarlo en su primer cumpleaños. Y el tercero, en el que ha transcurrido ya dicha celebración y continúa con el biberón, es retirarlo antes de los 18 meses, tal como aconsejan desde la Academia Estadounidense de Pediatría. Según cuenta el pediatra Keith Ayoob en WebMD, el límite deberá situarse en los dos años como máximo, "pero cuanto antes mejor".

¿Pero cómo hacerlo de una manera no demasiado traumática? En KidsHealth aseguran que deberíamos, "en lugar de cortar todos los biberones de una vez, intentar eliminarlos del horario de alimentación con tiempo" para que el reacondicionamiento sea más orgánico. Así, si el bebé suele consumir tres biberones al día, debe eliminarse primeramente el de la mañana. Es esencial además premiar el nuevo comportamiento y darle ánimos "diciéndole algo como 'ahora eres un niño grande y puedes usar una taza como mamá'". La siguiente semana deberemos retirar dos y así hasta conseguir que se habitúe totalmente a los vasos.