De ruta por el grande del Pirineo

El pico más alto del Pirineo, el Aneto (3.404 metros), es el escenario perfecto para vivir una auténtica experiencia de alta montaña 

Una imagen del Paso de Mahoma, en la cumbre del Aneto

Una imagen del Paso de Mahoma, en la cumbre del Aneto / ©Pep Serrarols

Tom Morgenstern

El trekking, eso que todos conocemos como caminar por la montaña, es una actividad que estuvo muy presente durante toda mi infancia. Cada verano, hasta bien entrada mi adolescencia, mis padres nos llevaban a mis hermanos y a mí a hacer diferentes rutas, varias horas caminando, tanto por Europa como por España. Un año sí y otro también recorríamos senderos y caminos en los Alpes suizos e italianos, en el Pirineo francés y en el catalán. Pero del que tengo más recuerdo es del Pirineo aragonés, quizá por ser de los últimos que hicimos antes de formar un cónclave de hermanos, plantarnos, y comunicarles a nuestros padres, de forma unánime y contundente, que ya teníamos suficiente de caminar.  

Hoy, casi 30 años más tarde, me encuentro con ganas de retomar esas caminatas, esas rutas, de descubrirles a mis hijos lo mismo que mis padres me descubrieron a mí y que, de niño uno no acaba de apreciar: el silencio, la imponente naturaleza que ofrece la montaña, y la satisfacción que se siente al conseguir tu objetivo después de varias horas de esfuerzo.  

TREKKING POR EL ANETO 

Uno de mis ideales, y eso de momento solo está en mi cabeza, es llegar a hacer el trekking por el Aneto, en el Valle de Benasque. Se trata de una ruta de 3 días parando en diferentes refugios, y recorriendo 32 km con un desnivel positivo de 2.175 metros y un negativo de 2.750 metros. Según Narcís Vilá Roig, Técnico Habilitado de Alta Montaña en la Compañía de Guías de Benasque, la ruta “es asequible para todo el mundo, y aunque técnicamente no sea difícil, hay que tener en cuenta que el terreno es más abrupto que en otros tipos de rutas. Tienes que pasar varios collados de alta montaña, de hasta 2.700 metros. Hay zonas en las que el sendero se complica, pero es asequible”.  

El trekking por el Aneto es una ruta de 3 días, 32 km y un desnivel positivo de 2.175 metros

Las etapas, según explica el guía de montaña, “están hechas para que te dé tiempo a salir pronto y que no tengas que correr entre refugio y refugio. De esta manera siempre llegas antes de las 16 h al siguiente refugio, y tienes tiempo a descansar para hacer con energía la siguiente etapa”. 

Para montañeros menos experimentados, probablemente la mejor época del año para hacerlo sea en verano, ya que el clima acompaña y no te encuentras con la dificultad añadida que otorga la presencia de nieve y hielo. “El material que llevemos va a depender de la época del año”, afirma Vilá Roig. “En primavera hay que usar crampones y piolet, que lo proporciona la compañía de guías... pero si es ahora, en verano, podremos llevar pantalón corto, y como mucho un plumas para las noches”.

Para este trekking “no necesitaremos ningún material técnico, pero sí recomendamos bastones, que de utilizarlos correctamente te quitan un 30% de la fuerza de las piernas”, añade Vilá Roig. Cabe destacar que, en esta ruta, no se hace la cumbre del Aneto, aunque existe la posibilidad de hacerlo si uno está dispuesto. En este caso “eso es un día extra, y ahí sí que hay que llevar material de seguridad: crampones, piolet, casco y arnés para asegurarse en algunos tramos”. 

Con esto en mente, espero con ganas el día en que pueda disfrutar con mi familia de una ruta como esta, de los paisajes, las conversaciones, las dificultades y la alegría por el reto conseguido, de la misma manera que mis padres lo hicieron con mis hermanos y conmigo.