Historia SPORT

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Jagoba Arrasate vuelve como rival adonde fue feliz

El técnico del Mallorca visita El Sadar en la segunda jornada de liga y solo tres meses después de su adiós al club rojillo, en el que estuvo seis temporadas

Jagoba Arrasate, minutos antes de debutar como entrenador del Mallorca y ante el Real Madrid

Jagoba Arrasate, minutos antes de debutar como entrenador del Mallorca y ante el Real Madrid / EFE

Maite Jiménez

Maite Jiménez

Todo pasa muy rápido y se olvida muy pronto en el mundo del fútbol. ¿O no? A la afición de Osasuna todavía no le ha dado tiempo a no asociar a su club con la figura de Jagoba Arrasate. El técnico se despidió el pasado 25 de mayo después de seis años de éxitos en el banquillo rojillo y solo tres meses después regresa a El Sadar. El destino ha querido que en la jornada dos de liga se celebre un Osasuna - Mallorca.

Arrasate lidera ahora el cuadro mallorquinista y reaparecerá en Pamplona con todavía muchos recuerdos a flor de piel. Porque más allá del fútbol, en la capital navarra nació su tercer hijo y, además, llegó a asegurar que se quedaría a vivir en Mutilva -localidad cercana- si no encontraba otro proyecto que satisficiera sus necesidades. Pero lo halló en las islas baleares, donde comenzó con buen pie al conseguir un empate ante el Real Madrid en el primer partido de la nueva temporada.

El segundo entrenador con más encuentros dirigidos en la historia de Osasuna (256) se ganó el corazón de los aficionados no solo por el ascenso a Primera División en 2019, la consecución de la final de la Copa del Rey y la clasificación para disputar competición europea, ambos hechos en 2023, sino por recuperar una identidad que se había perdido y devolver la conexión con las miles de gargantas que si bien nunca dejaron de apoyar, ya no se veían reflejadas con lo expuesto por su equipo sobre el césped.

Osasuna y El Sadar despiden a Jagoba Arrasate

Osasuna y El Sadar despiden a Jagoba Arrasate / Villar López

El Osasuna de Jagoba fue un equipo ordenado, vertical y enérgico, donde las bandas adquirieron mucho protagonismo y el defender se hizo virtud, unos aspectos que ya se notaron en Son Moix en su debut como enytrenador del Mallorca. Sin él, el ahora Osasuna de Vicente Moreno deberá convencer con su idea, sin dejar de lado lo que ha hecho grande al club en los últimos años. Aquella unión fue perfecta y el éxito, rotundo.

Arrasate fue feliz en Osasuna. Lo reiteró las veces que hicieron falta, también en el día de su homenaje en el estadio. "No tengo la pena de marcharme, sino la felicidad de haber estado y de haber conocido este sentimiento rojillo", aseguró dirigiéndose a la afición desde el círculo central del terreno de juego, para luego remarcar en rueda de prensa que si se iba a ahora, podría volver en un futuro, algo que tanto para él como para su familia era "muy importante".

En un espacio normalmente ocupado para los futbolistas, fue el entrenador quien se convirtió en todo un ídolo. Siempre agradecido, gritó un "os quiero y os adoro" entre sus últimas palabras como rojillo, un sentir sin duda recíproco para todo simpatizante del club navarro. Ahora Jagoba reaparecerá en El Sadar y lo hará como rival entre aplausos casi infinitos de la grada.