Yamal pondrá en pie el Camp Nou

Lamine Yamal, un talento descomunal

Lamine Yamal, un talento descomunal / Valentí Enrich

Alfredo Martínez

Alfredo Martínez

El último gran descubrimiento del Barcelona se consagró en el Gamper. Curiosamente como le ocurriera al jugador más genial de la historia del club y de todos los tiempos, en el 2005 ante la Juventus, Leo Messi. El argentino irrumpió con una demostración tan grande que su carrera ya fue imparable. Un Gamper cambió la vida de Messi, del Barcelona y del fútbol.

Estamos en un Barça 2023/2024. No hay dinero. Casi no puedes inscribir los nuevos contratos de renovación de jugadores y tampoco los nuevos fichajes. Además no es posible traer nuevos jugadores que refuercen la plantilla, y necesitas ilusionar a una afición desnortada con el tema de las inscripciones, las palancas y el cambio de estadio.

¿Qué más señales quieres para saber que el camino es apostar por la gente que viene de abajo, jugadores que tienen talento y que además ilusionan? Se dan todas las circunstancias a favor. Porque además es muy, muy bueno. Es un elegido.

El Olímpico se puso en pie y disfrutó los quince minutos de Lamine Yamal como si fuera una estrella consagrada. Cuando languidecía el Gamper con un equipo plano y casi entregado al Tottenham inglés, saltaron al césped Abde, Lamine, Ferrán y Fermin y encendieron la chispa en la grada que faltaba para avivar el fuego del fútbol. Jugaron con atrevimiento, osadía y, sobretodo, convencimiento de que son capaces de competir a ese nivel. Hablaron en el campo, no con el carnet de identidad.

Leía el otro día, y es verdad, que cuando se tiene talento, cuanto más alto sea el nivel de exigencia, mejor se responde, y eso es precisamente lo que le está pasando a Yamal. No conocemos sus límites, apenas conocemos algo de él, pero cada paso que da revela una personalidad y un talento increíble. Talento, algo tan especial.

Se habla de traer un recambio a Dembelé, de vender a Ansu, de traer a otro extremo… ¿pero para qué? Ni se puede, ni se debe.

¿Te garantiza éxito la llegada de un jugador de fuera? ¿Verdad que no? Si encima traerle significa cortar la posible progresión de Yamal, menos entendible todavía.

Tener dieciséis años es solo un número. No es verdad absoluta de nada. Cuando le ves jugar sin saberlo, no dirías que es tan insultantemente joven. Su cuerpo ha dado un enorme estirón, y aunque aún está en formación, posee cualidades físicas más que de sobras para hacer lo que hace. Mucho espectáculo.

Claro que habrá que tener prudencia con él, como todo en la vida. No debe ser quien tire del carro, hay que arroparle, mimarle pero usarle. No debemos frenar el talento y menos desaprovechar esa enorme brisa de ilusión que trae el joven Yamal. Lo que darían los grandes clubes del mundo por tener algo siquiera parecido.

No lo duden, hay que apostar por Lamine Yamal. Al tiempo, pondrá en pie el Camp Nou.