Xavi está nervioso, mal momento para estarlo

Xavi  Hernández, en el Barça-Alavés

Xavi Hernández, en el Barça-Alavés / Javier Ferrándiz

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Es extraño, porque no es su carácter. Xavi siempre me pareció un hombre tranquilo, conciliador, muy seguro de sí mismo. Un hombre afable, en definitiva, que huye de polémicas y conflictos. Como él mismo dice, en sus primeros años como jugador del Barça recibió muchas críticas y las encajó sin pestañear, por lo menos que uno sepa. Pero ahora, como entrenador, lleva ya demasiado tiempo buscando excusas de mal pagador. Que si el césped, que si la hora, que si el entorno... hasta la coartada final: la prensa. Ya estaba tardando.

¿Por qué? Ante todo, no quiero quitarle la razón respecto a lo de que el Barça es el club más exigente del mundo. Pues sí, ¡como debe ser! Y respecto a la prensa, tenemos la obligación de investigar, informar y criticar y si somos incómodos, señal de que hacemos bien nuestro trabajo. No debe sorprenderle. Pero la gran pregunta es por qué está nervioso Xavi. En mi opinión, es fruto de su preocupación.

Ve que Cancelo es un lateral que no defiende y le va buscando, sin suerte, otro acomodo. Comprueba que Koundé no le sirve para marcar a Vinicius ni a Omorodion, que Joao Félix, del que ya no estaba muy seguro, no aporta los mínimos que deben exigírsele y que sigue sin mediocentro tras la marcha de Busquets. Añadámosle lesiones y despistes varios y obtendremos un escenario ciertamente preocupante. Le entiendo, pero Xavi debe saber que es mal momento para ponerse nervioso porque denota que está perdiendo el control en su trabajo.