Xavi ya tiene el mejor relevo

Xavi Hernández busca soluciones para el FC Barcelona

Xavi Hernández busca soluciones para el FC Barcelona / Valentí Enrich

Lluís Carrasco

Lluís Carrasco

En cualquier ámbito empresarial, deportivo, procesal o social, hay una premisa absolutamente básica para revertir una crisis: Aceptar su existencia.  Este principio tan claro y diáfano como lógico y que, seguro que piensan que resulta una obviedad, ha hecho caer a lo largo de la historia proyectos, gobiernos, empresas y liderazgos absolutamente mayúsculos por el simple hecho, ya ven ustedes, de no tener la valentía, la humildad o el coraje de aceptarlo.

No, el Barça no atraviesa un bache. Un bache es empatar dos partidos seguidos y dejar que tu máximo rival se escape 3 o 4 puntos. El Barça está sumido, y no es nada nuevo, en una crisis de juego.

De juego, de esfuerzo, de compromiso, de entrega, de identidad y de horizonte estilístico que nos obliga a reaccionar ya, hoy, ahora mismo, si no queremos lamentar un futuro que nos observa muy próximo y ya aparece en el horizonte amenazante y con burlesca y provocativa sonrisa.

¿Qué hacer entonces? Aceptarlo desvergonzadamente, y una vez hecho, calma, mucha calma, porque la situación es infinitamente más importante que preocupante, y lo es porque pongo en valor que el Barça y su primer equipo tienen en realidad todos los valores para salir de ella: Una directiva comprometida, un buen cuerpo técnico y una gran plantilla.

Mucho se ha hablado estos días de la idoneidad de Xavi Hernández para comandar la nave y yo niego la mayor: ¡Dejémoslo en paz! En esta crisis no hay un solo responsable, responsables lo somos todos, hasta los que opinamos y no construimos futuro con nuestra estilográfica, pero lógicamente se señala en función de poderes y galones.

¿Qué grado de culpa tiene Xavi de que Lewandowski haya desaparecido, si es que volvió de Qatar, que Ferran no dirija una bola a destino y desatienda obligaciones provocando que sus marcas vuelen libremente por el campo o que Oriol parezca correr, de repente, aletargado por la ansiedad como si se moviera sobre arenas movedizas?

Pues seguro que alguna, segurísimo, pero aquí todo el mundo ha de asumir su papel en el guión de esta película o lloraremos amargamente no haber aceptado la realidad en el momento que podíamos cambiar su destino.

Y llegados a este punto, Xavi es la mejor solución a él mismo. Él ha de ser su propio relevo. Nadie como él puede sacarnos de ahí, pero el tiempo apremia y él debe aceptarlo.

Aceptar que no estamos ni de lejos donde deberíamos estar, aceptar que después de dos años ha de haber alternativas. La humildad puede convertir el camino más angosto y espinoso en el sendero más fiable; Que lo coja tranquilo, que exija, que asuma, que se enfade, que arriesgue. Estaremos a su lado. Y si lo hace, como reza el más bello de los cantares: “You’ll Never Walk Alone!”.