Xavi ya no es ni de Font ni de Laporta

Xavi se despide de la plantilla del Al-Sadd

Xavi se despide de la plantilla del Al-Sadd / Al-Sadd

Joan Vehils

Joan Vehils

A unos les parece ridículo que la cláusula de rescisión de Xavi tenga que pagarse a medias entre el Barça y el técnico; otros critican la esperpéntica negociación retransmitida en directo desde Qatar; hay quien piensa que el ganador de todo este culebrón es Víctor Font, y eso Laporta nunca lo digerirá. También opinan ahora los que creen que Xavi todavía no está lo suficientemente preparado para dirigir a la primera plantilla del Barça; o los que afirman que el técnico egarense estará a las órdenes de Gerard Piqué y que el hecho de compartir representante con el central, además de con Riqui Puig o el francés Samuel Umtiti le condicionará en la toma de algunas de las decisiones inmediatas.

En fin, en lo que estaremos de acuerdo es que el relevo de Ronald Koeman y la contratación de Xavi Hernández no se podía hacer de peor manera. Es más, en algunos momentos se ha rozado el ridículo. Digo yo que podían haber lanzado un comunicado explicando que habían llegado a un preacuerdo y que al día siguiente (hoy) concretarían la operación en sus últimos detalles. Hay múltiples maneras de evitar evitar tanta especulación en directo.

De cualquier manera, ha llegado el momento de pensar en el Barça. Ahora sí. O todo el barcelonismo va a una con la figura de Xavi o el club acabará siendo el Milán, tal y como ya vaticinaba en campaña el candidato Víctor Font. El Barça está tocado, pero no hundido. Eso sí, no queda otra salida que estar al lado del club, del entrenador y del equipo. Los culés críticos con Laporta deberían aparcar sus diferencias y centrarse en animar al equipo. Tiempo habrá para juzgar al presidente y la acción de su nueva junta directiva. Ahora la situación es de máxima alerta. Esta temporada es prácticamente imposible competir por la Champions League y difícilmente se conquistará algún título.

No obstante, la ausencia de trofeos, eso no es lo más grave que le puede ocurrir al club. Por una vez, la prioridad no son los títulos. Suena fuerte y dramático, pero es así. El principal objetivo del Barça esta temporada es clasificarse para la disputa de la Champions de la próxima campaña. O sea, quedar entre los cuatro primeros de la clasificación. De lo contrario, la crisis económica se agravaría y el club tardaría años en volver a la élite. Miren. Ahora ya no hay plan B como recambio a nuevas hecatombes. Xavi debe ser el plan de todos los culés. Xavi ya no es baza electoral de Laporta ni de Font, ni la joya de los banquillos de los catarís en su expansión al fútbol mundial. Xavi es la única esperanza culé para enderezar el proyecto deportivo de un Barça a la deriva.