Xavi y Deco no son Guardiola y Txiqui

Txiki Begiristain, Khaldoon Al Mubarak, Ferran Soriano y Pep Guardiola con el título de la Premier League

Txiki Begiristain, Khaldoon Al Mubarak, Ferran Soriano y Pep Guardiola con el título de la Premier League / @ManCity

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Laporta pretende que Deco sea su nuevo Txiki. Como también desea que Xavi sea su nuevo Pep. Pero resulta difícil, por no decir imposible, replicar en el mundo del fútbol los modelos del pasado.

Básicamente porque los tiempos han cambiado y mucho. También, por supuesto, porque las personas no son las mismas. Han pasado 15 años desde que el presidente, en su primera etapa en el cargo, pusiera en marcha el tándem triunfal formado por Begiristain en los despachos y Guardiola en los banquillos.

Con ellos al mando de la nave futbolística blaugrana, el Barça vivió su época más gloriosa. La conexión entre el secretario técnico y el entrenador era perfecta. Habían compartido vestuario en el Dream Team y ambos habían aprendido a gestionar club, plantillas y entorno bajo las normas de Johan Cruyff. Aunque es cierto que Xavi y Deco también jugaron juntos durante cuatro temporadas, los paralelismos con sus antecesores acaban aquí. No existe la profunda sintonía que destilaban Pep y Txiki y que después se trasladó, también de forma exitosa, al Manchester City. 

Deco es un hombre de Laporta (y de su excuñado, Alejandro Echevarría, que sigue mandando en el club sin tener cargo oficial) y tendrá el poder absoluto en la política deportiva del Barça, tanto del primer equipo como de las categorías inferiores. Xavi, a pesar de las lógicas diferencias entre un entrenador y unos ejecutivos, se había entendido a la perfección con Mateu Alemany y Jordi Cruyff. Este ‘triunvirato’, incluso, había impuesto en ocasiones su criterio futbolístico por encima del de Laporta y la junta directiva. Esto no sucederá más. Y Xavi deberá asumir que algunas decisiones y fichajes le vendrán dados. Veremos cómo lo encaja el técnico y veremos también cómo Deco ejerce su papel de jefe plenipotenciario. 

Hay un dato escalofriante que demuestra la errática política deportiva del Barça desde 2010: en los últimos trece años, desde la marcha de Txiki (que estuvo siete temporadas en el cargo, todo el primer mandato de Laporta), por el Barça han pasado seis secretarios técnicos/directores deportivos. La estabilidad, en tiempos convulsos, es difícil. Y en un club como el blaugrana, todavía más. Veremos si Deco, que ha firmado hasta 2026, es capaz de revertir esta situación en unas circunstancias económicamente muy adversas. Y demuestra con hechos que, a pesar de lo que digan algunos (bastantes), solo está en el Barça por ser amigo del presidente y de sus asesores.