Xavi debe y merece ser respetado

En menos de una semana he visto como jugadores de fútbol (me da igual si son profesionales o no, de primera o de cuarta división) le faltaban al respeto a un entrenador que fue compañero

Xavi, en el banquillo del Barbastro - FC Barcelona

Xavi, en el banquillo del Barbastro - FC Barcelona / Javi Ferrándiz

Carme Barceló

Carme Barceló

Yo confieso: llevo varios días muy mosqueada, triste y ‘tocada’. En menos de una semana he visto como jugadores de fútbol (me da igual si son profesionales o no, de primera o de cuarta división) le faltaban al respeto a un entrenador que fue compañero. Y no sólo eso: es un profesional que lo ha ganado todo y que es ejemplo para muchos. Reconocido internacionalmente, parece que el pecado de la juventud, de la inexperiencia y de ser más culé que el escudo, con todo lo que ello comporta interna y externamente, no merezca perdón.

Cuidado. Que estamos hablando del entrenador del vigente campeón de Liga y de esta Supercopa que arranca hoy. A Xavi le menosprecian en Barbastro, en Madrid y en las entrañas de muchas instituciones y organismos a los que su personalidad, sus raíces y su ADN futbolístico, en mejor o peor forma, molesta. Incomoda. Fastidia, por decirlo fino.

El técnico del FC Barcelona, que reconoce pública y privadamente que su nota a día de hoy no supera el ‘Bien’, léase el ‘6’ de mis tiempos escolares. Tampoco se ajusta al ‘Progresa adecuadamente’, aún cuando sigue vivo y coleando en todas las competiciones. Y no parece que este vestuario, un conglomerado de veteranos con curriculum, cedidos, jóvenes promesas, discos dedicados y entregados a la causa pero siempre individualistas, viva el sinvivir de su entrenador.

Con todo, Xavi cuenta con el 80% de estos profesionales y no se agarra al conformista ‘es lo que hay’. Sigue creyendo en los suyos a pesar de que hay momentos que se lo llevan los demonios, un sentimiento de ida y vuelta en esta plantilla que vive caminando sobre un alambre. Igual que el club.

Decía que me invade la tristeza y el mal café tras ver como algunos jugadores del Barbastro faltaban al respeto a Xavi. Eché de menos que alguno de los suyos plantara cara por su entrenador y se revolviera ante la situación. Llámenme romántica, o siciliana, pero la ‘famiglia’ es lo más importante y más cuando pintan bastos. También les digo que hay actitudes del técnico del Barça y de su equipo que no son de recibo y deben autocontrolar. El colectivo arbitral, que ya sabemos como funciona, les ha pillado el número y ya son carne de cañón. Desde fuera, da la sensación que les consideran unos recién llegados con muchas ínfulas, protestones y una proyección de los jugadores de campo. Mal asunto.

A Ancelotti, a Simeone o a Guardiola nadie les toca. Nadie les falta al respeto. Seguro. Está claro que Xavi ni atesora ni la experiencia, ni los títulos, ni goza de la confianza que estas ‘vacas sagradas’ de los banquillos disfrutan por parte de los que les ingresan la nómina cada mes. Seguro. Pero es el entrenador del FC Barcelona, un club histórico que ha tenido en sus filas a jugadores como él que lo han hecho crecer, multiplicarse y ser reconocido internacionalmente.

Quizá habrá que recordárselo a los de dentro y a los de fuera. En otro momento ya escribiré sobre el qué y el cómo de la pizarra y de lo que se traslada al terreno de juego. Pero hoy toca hablar de lo más importante, de ese respeto que está por encima de todo. DE TODO.

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