Opinión

Xavi y el arte de pedir sin romper nada

Xavi, durante la presentación de la plantilla previa al Gamper

Xavi, durante la presentación de la plantilla previa al Gamper / Valentí Enrich

Recta final del mercado veraniego y el Barça 2023-24 se erige en uno de los grandes protagonistas del fútbol europeo. Sin duda, mala señal. Ya sea por problemas económicos o por discrepancias internas a la hora de abordar el mercado, la realidad es que a las puertas de iniciar La Liga, entre entradas y salidas el equipo puede verse afectado en no menos de seis o siete futbolistas. Todo un drama.

Un panorama que a día de hoy gestiona Xavi Hernández luciendo la mejor de sus sonrisas. El técnico del Barça compagina casi a la perfección el arte de ejercer las funcionas propias de un 'entrenador de la casa' con la exigencia de configurar una plantilla destinada a poner fin al ridículo del equipo en las dos últimas Champions. Y la tarea no es precisamente fácil.

Xavi valora el esfuerzo realizado hasta la fecha, que no es poco. Al mismo tiempo se ve en la obligación de recordar, de forma reiterativa, que siguen faltando posiciones por cubrir. Y es aquí donde la sonrisa habitual del egarense se diluye poco a poco. Su rostro se vuelve más inexpresivo e invita a la reflexión.

Lógico y normal cunado a falta de poco más de 48 horas, un entrenador debe administrar una plantilla en la que la mitad no de los efectivos no están inscritos federativamente, algunos de ellos siguen en la rampa de salida en un mercado cada vez más incierto y, por si fuera poco, según la hora de ruta programada desde hace meses sigue faltando por llegar un futbolista por línea.

Y ame dirán ustedes si no es motivo suficiente para estar, como mínimo, preocupado. Eso sí, acto seguido, y para evitar encender tracas nada como recordar que el club le transmite todo tipo de mensajes tranquilizadores tanto en lo concerniente a las inscripciones como al capítulo de latas y bajas en estos últimos días.

Xavi puede estar tranquilo. Seguro que el club inscribirá, más tarde o más temprano, a los jugadores pendientes. También habrá salidas, aunque no todas las deseadas. Y, por último, también habrá entradas, aunque no todas las reclamadas. Justo en este punto veremos quién gana la batalla interna: Xavi, el técnico de la casa, o Xavi, el entrenador con la exigencia de recuperar prestigio en la Champions. Es cierto que ambos pueden solaparse, pero por el camino habrá que ver cómo se digiera la posible llegada de Neymar -las declaraciones del técnico ahí están- , o quién es el lateral derecho elegido.

El egarense, por ahora, pide, sonríe y espera paciente. Todo un crack en el arte de hacer tortillas sin romper huevos...