Xavi, Ancelotti y el miedo del Madrid

El Barça le ha dado tres baños al Madrid esta temporada. Le ganó la Supercopa, le clavó la estocada en la Liga hace poco más de quince días y le ganó sin dejarle chutar a puerta en el mismísimo Bernabéu en la ida de la semifinal de Copa que esta noche tendrá su desenlace en el Camp Nou.

Son tres resultados que hablan por sí solos de la evolución que han tenido ambos equipos desde aquel 3-1 del Bernabéu en el mes de octubre que abrió definitivamente los ojos a Xavi y le hizo comprender que para ganar hay que jugar más práctico que bonito. Cierto que la temporada pasada Xavi llevó al máximo exponente el estilo Barça y le metió cuatro goles como cuatro soles al Madrid. Pero aquello fue un espejismo, un maravilloso espejismo, que no tuvo continuidad porque ya no se dan las circunstancias que se daban en la década prodigiosa y más cuando estás en una fase de reconstrucción del equipo.

CAMPAÑAS...

Que Xavi le ha cogido la medida a Ancelotti es una evidencia. Estos duelos individuales se miden en los cara a cara y aquí hay poco que debatir. Xavi ha hecho un equipo y a Ancelotti se le ha desmantelado el suyo, esto es así. Por eso el Madrid está a doce puntos en la Liga, distancia fraguada a medida que el Barça de Xavi cogía consistencia y el Madrid de Ancelotti se desvanecía. Xavi ha conseguido que su equipo rinda a un nivel alto y en trayectoria ascendente al margen de sus figuras y Ancelotti no ha podido contrarrestar el bajón de sus estrellas. Por eso el Madrid le tiene miedo al Barça incluso sin Christensen, Pedri, De Jong y Dembélé, porque sabe que la superioridad azulgrana es una tendencia estructural, no circunstancial. Por eso Florentino ha activado una campaña victimista, presionando a Martínez Munuera y González González, terreno de juego y VAR, que todo quede baje sospecha, y hace tiempo que la ha emprendido con Gavi, a ver si los árbitros se lo quitan de encima. Esta noche está en juego el cambio de ciclo en el fútbol español, algo que se ve venir pero que falta que hoy se confirme. Y eso es algo que causa pánico en Madrid.