Opinión

Vitor Roque, nefasta gestión y buena solución

La cesión al Betis es una improvisación más, una decisión encontrada sobre la marcha, pero, a fin de cuentas, la mejor salida posible

Vitor Roque se va cedido al Betis

Vitor Roque se va cedido al Betis / SPORT

Vitor Roque ha sido una víctima más del inmediatismo deportivo instalado en el Barça donde no hay ni ayer, ni mañana, solo hoy. Si lo que el club se ha impuesto es el rendimiento inmediato, no tiene ninguna lógica irse a Brasil a fichar un '9' de 18 años (que es la edad que tenía cuando un año atrás Deco cerró su incorporación) para que, una vez en Barcelona, no le dieran ni tiempo, ni confianza, ni oportunidades para que fuera ganando espacios.

Fichar a 'Tigrinho' no fue un error, así como tasarlo por 30 millones de euros que el Barça pagó por él. No son 61, porque los variables se sabía de antemano que no se cumplirían. Era uno de los '9' con más porvenir en Sudamérica. Campeón Sudamericano Sub-20 con la Seleçao, 'rookie' de la Copa Libertadores 2022 (en que fue finalista y marcó las diferencias), y, en 2023, firmó 21 goles y dio 7 asistencias en el Athlético Paranaense. No se cerró a un futbolista random. Cualquiera que tenga mínimas nociones de fútbol sudamericano sabía quien era.

A partir de aquí, todo lo que ha hecho el Barça es incomprensible. Para empezar, se adelantó su llegada a enero, porque se diagnosticó de forma equivocada, que el equipo de Xavi necesitaba gol, cuando, en realidad, los problemas eran estructurales. Se tendría que haber ido a buscar un Edgar Davids, solución que se encontró dentro de casa con Andreas Christensen haciendo de pivote.

A Tigrinho lo echaron a los leones. La dirección deportiva sabía que el técnico egarense no confiaba en él (lo cual tenía todo el derecho) y que el equipo no chutaba, tanto es así que se desintegró en un mes de enero fatídico y nefasto que terminó con la dimisión deferida de Xavi.

Este no era el contexto para aclimatar a un futbolista que era una apuesta de medio plazo. Entonces, ¿por qué se presionó tanto desde los despachos para avanzar su llegada si después lo dejaron a su suerte?

Lo lógico es que Vitor Roque se hubiera quedado en el Athlético Paranaense. Habría ido al Preolímpico en Venezuela, donde Endrick falló en su intento de clasificar a Brasil para los Juegos de París, y, no es descabellado pensar que podría haber sido convocado por Dorival Junior para la absoluta.

Si Xavi se hubiera quedado, Vitor Roque habría salido cedido. Vino Hansi Flick y se le dio una supuesta nueva oportunidad... que se terminó en 10 días, porque no fue bien en la gira estadounidense, donde surgió Pau Víctor, autor de tres goles con doblete incluido en el clásico ante el Madrid.

Entonces, de prisa y corriendo, el Barcelona quiso recuperar los 30 millones de euros poniendo al brasileño, que ni había empezado a amortizar su fichaje, en el mercado.

El Barça rasgó su planificación y Vitor Roque de "fichaje estratégico y de club" pasó a ser transferible. Y, claro, no se le encontró club de destino.

La cesión al Betis es una improvisación más, una solución encontrada sobre la marcha, pero, a fin de cuentas, la mejor salida posible.

Vitor Roque, que ha salido muy tocado de estos meses en Barcelona, tiene la posibilidad de poner el cronómetro a cero. Empieza su verdadera primera etapa en la Liga y, en la fecha FIFA de septiembre, recuperará sensaciones con la convocatoria de la Seleçao Sub-20, que juega dos amistosos en Río de Janeiro.

El Barça se ha dedicado a depreciar a su propio futbolista en una gestión que es un compendio de todo lo que no se tiene que hacer para recibir a un futbolista sudamericano que hace poquísimo dejó de ser menor de edad. Ojalá que triunfe en el Villamarín, para bien todos los implicados.