Opinión

La victoria final de las futbolistas españolas

Jennifer Hermoso en la celebración del trofeo mundialsita

Jennifer Hermoso en la celebración del trofeo mundialsita / FRANCK FIFE

Al nuevo presidente de la RFEF parece que le tiembla más la mano que a Rubiales. Actuar con prudencia siempre es mejor que hacerlo a base de bemoles como demostró gobernar su antecesor en el cargo, pero puede crear ciertas dudas de su independencia. Pedro Rocha pidió ayer de nuevo disculpas por los errores cometidos, cargó otra vez contra su expresidente y le cortó definitivamente la cabeza a Jorge Vilda. Hasta aquí todo en orden. Sin embargo, eligió la opción más sencilla para sustituir al actual entrenador nacional. Montse Tomé, hasta ahora la mano derecha de Vilda, será la nueva seleccionadora y eso no ha gustado a todas las componentes del combinado nacional. Algunas pensaban y creen todavía que era el momento adecuado para realizar el cambio profundo que requiere el organigrama del fútbol femenino y que las futbolistas reclamaban desde hace tiempo. Tomé se desmarcó pronto de Vilda, pero sus métodos de trabajo no podrán ser muy distintos a los practicados durante los últimos ocho años junto a Vilda. El mosqueo de las futbolistas parece lógico, pero también deberían dar una oportunidad a Tomé. Ahora toca reflexionar y apaciguar la crispación vivida durante las últimas semanas. Montse Tomé junto a las futbolistas se puso pronto al lado de Jennifer Hermoso y firmó el comunicado conjunto con el resto de staff de la selección. Un gesto que las futbolistas deberían valorar.

De momento, ellas, demostraron ser las mejores dentro del terreno de juego y muy valientes fuera de él. Ellas solas han logrado terminar con uno de los dirigentes que más ha dañado la imagen del fútbol español. Se acabó. Por mucho que lo intente, Rubiales nunca más será presidente y Vilda deberá reinventarse si quiere seguir entrenando en España. De nuevo han ganado ellas. Ahora tocaría regalarse todos los elogios que se quedaron en el tintero por culpa de aquel pico, gestos y nefastas declaraciones de Rubiales. Toca reivindicar más el Mundial.