Victoria de la defensa y el carácter

Willy fue el máximo anotador de España

Willy fue el máximo anotador de España / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

UN BUEN SUSTO INICIAL

Dos tiempos bien diferenciados. Los primeros 20’ del equipo finlandés fueron espectaculares. En especial, en el primer periodo los fineses lo bordaron. Una defensa muy física, un control absoluto del rebote, contraataques vertiginosos, y un acierto desde el triple fuera de lo normal. Un vendaval de juego ante la impotente mirada de los hombres de Scariolo, que no sabían qué hacer, ni cómo romper el diabólico ritmo de sus rivales. El partido tomó un derrotero muy feo para los españoles, ya que el carrusel de triples-Sanli, Koponen, Little o Markkonen- parecía que no tenían final. No obstante, la selección española, en el segundo cuarto, cerró algunas vías de agua, alternativas zonales, y hombres como Willy, Rudy, Juancho o Brown empezaron a levantar cabeza. El marcador reflejaba al descanso un 43-52 muy significativo. Si la selección no era capaz de mejorar su defensa, no habría ningún espacio para la mejora, ni se podía pensar en la victoria.

ENLOQUECER EL PARTIDO

Scariolo hizo su trabajo en el descanso. La actitud de sus hombres sufrió una transformación radical. La defensa, tanto la individual como la zonal, subió de manera exponencial, las ayudas se multiplicaron, y el rebote era siempre español. El panorama cambió de tal manera que los jugadores fineses quedaron totalmente colapsados. Los triples que hacía unos minutos entraban, ahora siempre tocaban hierro. La aparición estelar de Willy fue decisiva. Con el 55-57, el pívot español ya sumaba 21 puntos. Pero, en pocos instantes se apuntó a la fiesta la pareja Rudy-Brizuela que, desde la defensa y los triples, revolucionaron el duelo hasta límites insospechados. Scariolo, durante bastantes minutos apostó por un cinco pequeño y agresivo para ahogar al equipo finlandés. Fue el momento de los Garuba y Díaz, que recuperaron muchos balones y marcaron un ritmo favorable a los suyos. En el tramo final emergió un Rudy estelar, que ejerció de líder y acabó de apuntalar el triunfo de la selección española.