Un verano complicado dónde querer no es poder

Se habla más de dinero que de títulos, los topes salariales que fija la Liga condicionan el futuro inmediato

Presentación Bellingham

Presentación Bellingham

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El Barça es un club tan grande que parece una sociedad anónima por el ruido económico que provoca la situación financiera. Se habla más de dinero que de títulos. Los topes salariales que fija la Liga condicionan el futuro inmediato. Los deseos de Xavi dependen de la tesorería. No hay dinero para salir a fichar con el talonario en la mano. Obsesionan los traspasos que hay que hacer y preocupan los fichajes que tienen que llegar. Será un verano atípico y complicado donde querer no es poder. Han pasado a la historia los tiempos en que el Barça realizaba el fichaje del año. Ahora lucha en inferioridad. Haaland fue inalcanzable, Bellingham ha pasado de lejos y Mbappe ni se plantea.

Todo gira en torno al maldito “money”. No se pudo fichar a Messi por culpa del “fair play” financiero. Para contratar a Gundogan habrá que cruzar los dedos. Vivimos tiempos en que los errores heredadas nos han dejado escuálidos. No hace ni un mes que se ha ganó la Liga tras años de penuria y el éxito del equipo de Xavi ha quedado relegado a segundo plano. La obligación de rebajar la masa salarial es una auténtica guillotina. Cuando han finalizado las competiciones y para el balón, tocaría hablar de fichajes y no de negros nubarrones.

Vayamos a la madre de todos los males. El Barça arrastra una deuda impagable y un retraso de años en la rehabilitación del Camp Nou, mortal de necesidad. Aquí arrancan los problemas. No se genera tesorería suficiente para conseguir el objetivo número uno, completar una plantilla capaz de volver a ser protagonista en Europa. Y mucho menos con la perspectiva de menos ingresos por jugar una temporada y media en Montjuich en el mejor de los casos. Es el perro que se muerde la cola. Si ahorras en el terreno deportivo, nunca llegarás a la excelencia. Si estiras mas el brazo que la manga consolidas un déficit que no permite amortizar deuda. Es difícil cuadrar los números en estas circunstancias y más si la Liga hace de policía malo.

Por desgracia no hay una solución mágica. Esto no se arregla a corto plazo. Viene un largo túnel económicamente hablando. Toca navegar contra corriente. Apretarse los machos. Ser austeros en el gasto y eficaces en los fichajes. Darle a Xavi los mejores jugadores posibles para poder exigirle en consecuencia.