Opinión

Es el turno de España, de Flick y de la oposición

Hay interés, expectación y ganas de ver y escuchar a Hansi Flick. Se le conoce poco, pero el alemán genera optimismo

Luis de la Fuente y el banquillo español celebran la clasificación tras ganar a Alemania en la Eurocopa.

Luis de la Fuente y el banquillo español celebran la clasificación tras ganar a Alemania en la Eurocopa. / EFE

Semana intensa la que empieza hoy. Mañana, la ilusionante España de Luis de la Fuente se juega el paso a la final. Es curiosa la evolución que ha experimentado este técnico que pasó de defender a Rubiales a ser un personaje estimado por todos sus jugadores. De la Fuente reconoció su error y ha demostrado conocer como nadie a un grupo de futbolistas dispuestos a darlo todo por él y por la selección. Saben a qué juegan y luchan hasta la extenuación y eso es responsabilidad exclusiva del entrenador. Los partidos de España han sido infinitamente superiores a los de Francia, pero ellos tienen a Mbappé y al irregular Dembélé. Veremos si las individualidades francesas pueden con el sólido bloque español.

Hay interés, expectación y ganas de ver y escuchar a Hansi Flick. Se le conoce poco, pero genera optimismo. Eso sí, habrá que analizar con detenimiento su discurso. A día de hoy, no sabemos si solo viene a conseguir victorias de cualquier manera o a base de jugar bien. De momento, lo que más se le reclamará es orden y mano dura. El miércoles lo empezaremos a descubrir.

Ante el silencio de Laporta y la falta de datos concretos sobre palancas, cierre de las cuentas y posibles nuevos inversores, parece que la oposición se ha activado. El jueves se presentará un nuevo grupo de opinión barcelonista y esta noche se celebra una numerosa cena de socios del Barça inquietos por la situación del club. Este grupo está liderado por Jordi Camprubí Montal y pretende reunir a culés de todas las opiniones.

De cualquier manera, ni unos ni otros quieren oír ni pronunciar la palabra candidatura. Algo, aparentemente, sorprendente. A dos años del final del mandato de Laporta es un buen momento para empezar a preparar candidaturas. Es más, el Barça necesita a socios valientes, con las ideas claras, que den la cara y dispuestos a debatir de todo. Los miedosos o los que prefieren actuar desde las trincheras mejor que se abstengan. Ya vamos bastante escasos de transparencia.