Opinión

¡No nos tomen por tontos, por favor!

Joan Laporta, entre aplausos con su junta tras ser investido como presidente del Barça

Joan Laporta, entre aplausos con su junta tras ser investido como presidente del Barça / FCB

El FC Barcelona, puntualizo, sus gestores, son extraordinarios. En solo dos meses, de marzo a mayo, hemos pasado de vivir una inaudita convocatoria de prensa para despedir a un directivo (Eduard Romeu) sin derecho a preguntas, a ver cómo el club ficha al nuevo entrenador del Barça (Hansi Flick)… y no es presentado con los honores que merece. ¿Recuerdan algo parecido en la historia del club? Repito, insólito.

Es evidente que a Joan Laporta no le apetece ahora ponerse delante de los medios y tener que escuchar preguntas incómodas sobre el despido y el trato dado a Xavi Hernández o el escándalo de los avales/ISL. Somos así de valientes… Ya lo hará cuando el viento sople a favor y amaine la tormenta. Si es que amaina. Debe creer que él solo debe rendir cuentas a los suyos, puestos por él, y no a los socios.

Miren, el denostado, vilipendiado y sacrílego Josep Maria Bartomeu, el peor presidente de la historia del FC Barcelona, el hombre que llevó al club a vivir la época más oscura de su historia, hizo una cosa que jamás ha hecho Laporta. El 30 de junio de 2016 convocó una rueda de prensa dividida en cuatro bloques que duró… ¡cuatro horas! Sin filtros, sin límite de tiempo ni de preguntas, contestó a todo lo que quisieron preguntar los periodistas.

En esa época, la junta directiva del FC Barcelona contaba con un extraordinario portavoz, Josep Vives, que se ponía a disposición de los medios después de cada junta o cuando había algún tema de interés. Igualmente, sin límite de tiempo ni de preguntas. ¿Cuántas veces ha salido la portavoz Elena Fort en tres años? ¿Dos? ¿Tres? La tomadura de pelo es sideral, porque quienes llegaron prometiendo transparencia fueron ellos. Consejos vendo y para mí no tengo. Si no tienen nada que ocultar, que den la cara… Insisto, por una vez, sin límite de tiempo ni de preguntas.

Como también ha sido una tomadura de pelo que hayan filtrado que no hay ‘conflicto de intereses’ en el dinero que depositó ISL, licenciatario del FCB, en la cuenta privada de los directivos. No sé si el compliance y los propios directivos se saltaron la clase de comprensión lectora en el colegio, porque el código ético es diáfano: “…el Personal del club no podrá aceptar ningún tipo de beneficio personal de un proveedor…”. Y encima, meses después, a ese mismo proveedor (ISL) le das el negocio de dos partidos amistosos del Barça. Da lo mismo que sea un préstamo, una donación o un regalo de Navidad. ¡Por favor, que no somos tontos!

Tarde o temprano tendrán que dar explicaciones y presentar todos los documentos. La justicia es lenta, pero llega.