La tómbola de los fichajes

La situación deportiva del Barça es directamente imputable al escaso acierto de la política de fichajes de los últimos años. Diría que a partir de la fuga de Neymar al PSG, en 2017, todo se hizo mal en la dirección deportiva y en las decisiones que tomó la directiva de Bartomeu.

Los fichajes de Dembélé y Coutinho han sido un fiasco total, un fracaso deportivo y una ruina económica de dimensiones estratosféricas. Eran fichajes estratégicos, de esos que no se pueden fallar, pues sobre ellos debía edificarse la construcción del Barça post Messi, que algún día tendría que irse o bajar su rendimiento, aunque entonces no se sabía cuándo sería ni en qué condiciones se produciría. No fueron los únicos. Lo de Griezmann fue otro error y un cuarto fichaje estratégico, claramente de futuro, fue Frenkie de Jong. Otra fuerte inversión para un futbolista que tenía que encajar como un guante de seda en el estilo Barça y liderar el futuro. Dos años y medio después, no puede decirse que haya cumplido con las expectativas. Su presencia no ha podido evitar el declive del equipo. 

LA PARADOJA. Otro De Jong, Luuk, una cesión de última hora en el mercado de verano para compensar la cesión de Griezmann al Atlético y evitar un drama económico, vive ahora sus mejores momentos. Curiosamente, hace un mes se le quería ceder al Cádiz y desde el uno de septiembre ha sido motivo de mofa en todos los foros barcelonistas. Se le tachó de delantero alejado del estilo, siempre el estilo, y el estigma le persiguió. Pero hoy está salvando a Xavi, curiosamente el garante del estilo. Los De Jong son la paradoja que demuestra hasta qué punto la política de fichajes ha sido una tómbola. Los estratégicos, los que tenían que sopesarse una y mil veces, salen mal y con uno de relleno está sonando la flauta de casualidad... o no. La improvisación ha sido total y Laporta ha tenido que tapar agujeros sin un euro. Memphis, Eric, Agüero, Alves, Adama, Aubameyang... Su fichaje estratégico ha sido Ferran Torres. Veremos y esperaremos al verano, a ver si Mateu Alemany y Jordi Cruyff cierran definitivamente la tómbola de Bartomeu.