Opinión

La 'táctica' del Barça que los rivales no vieron venir

Los jugadores del Barça celebran el gol de Joao Félix frente al Cádiz

Los jugadores del Barça celebran el gol de Joao Félix frente al Cádiz / Valentí Enrich

Después de la 'explosión' que supuso el inesperado anuncio de Xavi de su adiós a final de temporada, todo el caos que reinaba en el entorno del Barça se ha transformado en un inesperado y maravilloso orden que empuja al conjunto azulgrana en su intento de llegar lo más lejos posible en Liga de Campeones. De alguna manera, el 'circo' habitual que rodea al club ha ejercido de criptonita para los rivales, que imaginaban a un oponente enterrado. Pero, com dice Peret, el Barça no estaba muerto; estaba de parranda.

Durante muchos meses, la imagen que ha proyectado el club hacia el exterior ha sido la de una entidad en problemas constantes, con una crisis económica de caballo y una hoja de ruta poco clara. Que si el 'caso Negreira', que si problemas con el 'fair play', que si movidas con los potenciales patrocinadores...

El Barça se ha hecho el muerto, pero de ahí a darle por muerto hay una diferencia muy grande. A cualquier gigante hay que matarlo tres veces, y el club catalán no es menos. No entraba en ninguna quiniela, pero ganaba en Porto y encarrilaba su clasificación para los octavos. Después, nadie contaba con él en octavos, pero noqueó sin hacer ruido al Nápoles.

En cuartos, el foco se centró en la otra parte del cuadro, donde están los 'peces gordos': Manchester City, Real Madrid, Arsenal... Xavi estuvo listo y contribuyó al 'teatro' remarcando que el PSG era favorito. Valiente, Luis Enrique picó y asumió el favoritisimo. En el Parque de los Príncipes, algunos esperaban a un paciente moribundo y, sin embargo, se encontraron con un grupo que ya no tiene nada que perder y que juega sin presión.

Tras una tormenta que ha durado muchos meses, el Feng Shui se ha apoderado del Barça. Todas las piezas están en su sitio y eso se traduce en un volcán de energía positiva. Kounde ha aceptado que su sitio está en la derecha; Íñigo asume que su rol es dar descanso al imperial Cubarsí; Joao Félix ha entendido que lo que le toca ahora es ejercer de revulsivo y Raphinha ha reculado en su exigencia de no jugar en la izquierda.

Sea casual o sea causal, la realidad es que a partir del anuncio del adiós de Xavi las piezas se han ido poniendo a sitio y, ahora mismo, ese orden es el que empuja el Barça hacia sus objetivos. El fútbol, como todo, es cuestión de expectativas. Y a este equipo le 'pegaron' tan fuerte que lo dejaron noqueado muchos meses. Pero no lo mataron y ahora esta vivito y coleando.