Una superfinal que hay que ganar

Xavi Hernández, dando instrucciones durante el partido

Xavi Hernández, dando instrucciones durante el partido / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Las finales se juegan para ganarlas. Y en eso, nos guste o no, el Madrid es un especialista. Y no me refiero solo a la Champions, donde el equipo blanco ha realizado una extraordinaria demostración de capacidad competitiva en los últimos años. La historia demuestra la experiencia del Madrid en este tipo de partidos a cara o cruz. Incluso cuando su rival es el Barça. Ha ganado 10 de las 15 finales que ha disputado contra los blaugranas en todas las competiciones. Y especialmente dolorosa resulta la estadística en la Supercopa de España: 6 a 1 para los madridistas en sus siete duelos por el título. Esta dinámica debe cambiar mañana. No para transformar la historia, que eso es imposible, sino para empezar a alumbrar el futuro del nuevo Barça que están construyendo Laporta y Xavi. Un Barça que necesita éxitos de forma urgente.

Después de demasiados años de decepciones y fracasos, ha llegado el momento de volver a ser campeones. Y la Supercopa de España debe ser el primer paso. Los títulos son imprescindibles para avanzar en el proyecto. Xavi necesita la estabilidad que solo dan las victorias. Las buenas palabras de la directiva (el vicepresidente Rafa Yuste aseguró ayer que el futuro del entrenador no depende de los títulos sino de que el buen juego exhibido hasta ahora en cuentagotas tenga continuidad) están muy bien. Son bien recibidas. Pero la realidad, desgraciadamente, acostumbra a ser otra: o hay triunfos o se prescinde del técnico. El propio Xavi es consciente de ello: “Si no hay títulos esta temporada, me vais a matar”. 

El Barça juega mañana la final de la Supercopa ante el Madrid con el único objetivo de ganarla. Ya no vale una ‘dulce derrota’ como la del año pasado. Lo de jugar bien y perder, en este caso, no sirve. El Barça está creciendo poco a poco (demasiado poco a poco para algunos), pero evidencia ‘brotes verdes’ que ilusionan. Ante el Espanyol, el Atlético y el Betis vimos espacios (cortos) de fútbol extraordinario. Pero falta continuidad. Y falta solvencia. Ambas serán imprescindibles para conquistar el primer título de la temporada que sería también el primer título de la era Xavi. Por eso, treinta años después deberíamos cambiar el “salid y disfrutad” de Cruyff en Wembley por el imperativo “salid y ganad” en Riad. Es el único mensaje posible para los jugadores del Barça, que ya recibieron una sonora y mediática bronca de Xavi en el descanso de la prórroga ante los béticos: “¡Me cago en.....!¡Que es una final!¡Que es un título!”. Pues eso...