Opinión

Sepp Kuss tiene facturas pendientes con Roglic

Sepp Kuss intentará ganar delante de Roglic, su exjefe de filas en el Visma

Sepp Kuss intentará ganar delante de Roglic, su exjefe de filas en el Visma / EFE

Es difícil manejar un corral con más gallos que gallinas. Te aseguras que el zorro no te desplume, eso sí, pero la sucesión de picotazos puede ser tremenda. El Visma, que por el camino ha perdido algo más que el Jumbo tal y como se vio en el Tour, se presentó en la edición de 2023 de La Vuelta a España con Primoz Roglic y Jonas Vingegaard como jefes de filas. Fue Sepp Kuss, no obstante, el que se vistió de rojo al final de la carrera, provocando un cisma que acabó con la salida del tricampeón esloveno con destino al Bora.

Los puñales volaron en el autocar de la escuadra neerlandesa, por mucho que de puertas hacia afuera se vendiera buen rollo entre los tres corredores. En definitiva, la victoria de Kuss quedó algo deslucida, como por compasión, como si los gallos compartieran sus migajas con el polluelo. Kuss tomó buena nota de ello. El estadounidense, desvivido por sus líderes en cada carrera, veía que le pagaban con una amarga moneda.

Ha estado un año esperando y ahora tiene la oportunidad de reivindicarse. De devolver el desplante. Al menos a Roglic, porque a Vingegaard lo sigue teniendo de compañero. Su baja de última hora en el Tour 2024 por coronavirus, sin embargo, pudo considerarse una buena jugarreta hacia el danés, más solo que la una en las constantes exhibiciones de Tadej Pogacar.

El norteamericano parte como favorito en la edición que arranca hoy en Lisboa, por mucho que él se quite presión, y tendrá en su exjefe a su principal adversario. Y si puede, le sacará el albarán de todas las facturas pendientes de pago. Razones no le van a faltar. Para ello contará con Wout van Aert, un seguro de vida en todos los terrenos, especialmente en la montaña. El belga es la locomotora que Kuss necesita para reafirmar su candidatura.

A Roglic le ha mirado un tuerto en este 2024, con caídas graves y abandonos en la Itzulia y el Tour de Francia. El balcánico llega justo de preparación y alicaído en su afán de sumar su cuarta corona en España e igualar el récord de Roberto Heras, único ciclista tetracampeón. Pero La Vuelta siempre es un acicate, sobre todo para él, que tiene un idilio particular con la carrera. Sin Pogacar ni Vingegaard, en nivel estratosférico y a distancia sideral del resto, Roglic debería ser el primero de los terrenales al ser el más completo de los participantes. Siempre y cuando la fortuna le respete.