Opinión

Con lo sencillo que era contar lo que uno siente

Descubrimos la otra cara de Flick

Descubrimos la otra cara de Flick / EFE

Este sábado se cumplirá un mes del aterrizaje de Hansi Flick. El anuncio fue el 29 de Mayo y casi no se le recuerda la voz. Lo último es que descansa en Formentera, sin fecha aún para su puesta de largo. Hay preguntas a mansalva... ¿La plantilla actual puede competir contra el Madrid de Mbappé? ¿Frimpong, Nico Williams o Luís Díaz, los Joaos, los jóvenes...? Y lo más importante, ¿a qué va a jugar su Barça y qué identidad va a respetar? De momento, silencio. Pese a que el club desliza que la presentación será en julio.

Es la primera vez, en los casi 24 años que llevo siguiendo al Barça desde la primera línea, que un entrenador de nivel no se explica ante el barcelonismo de manera inmediata. Me parece altamente sorprendente. Flick no es un don nadie. Tiene un sextete y ha dirigido a Alemania. ¿Con esa experiencia, necesita tiempo para contar su filosofía? Lo que uno siente, lo suelta desde el minuto uno. Por ejemplo, Rafa Márquez, en Córdoba tras perder el ascenso: “Me contrataron para morir con el estilo. Si jugamos a otra cosa, dejamos de ser el Barça”, dijo. Igual Flick no siente eso y le da cosa tejer un mensaje más resultadista. “Le pedimos ganar”, soltó Laporta. Vale. Pero, ¿cómo? ¿Con qué mirada? Para eso, ¿hace falta tanto?

El teórico problema de exponerle tras el ruido con Xavi no era tal. A lo que puedas o quieras, contestas. Si no, pasas palabra. Todo muy normal no está siendo, la verdad. Mientras la España de De La Fuente borda el estilo - no confundir evolución con ejecución -, aquí estamos con Frimpong - un carrilero que transita por dónde Lamine- y con que hay que volver a correr. Pero el Barça siempre ganó jugando. El que corría era el balón y el rival tras él. Ganas de que Hansi descifre sus claves.