De la semana trágica a la semana fantástica

Dembélé destrozó al Athletic en el Camp Nou

Dembélé destrozó al Athletic en el Camp Nou / JAVI FERRÁNDIZ

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Madrid está demostrando ser un equipo inequívocamente solvente. No brillante. Pero sí poderoso. Muy poderoso. Y el Barça deberá ofrecer su mejor versión para poder competir con el equipo de Ancelotti. Para ganar esta Liga habrá que acercarse al récord de los 100 puntos, que comparten el Madrid de Mourinho (en la temporada 2011-12) y el Barça del malogrado Tito Vilanova (2012-13). O, incluso, habrá que batir ese registro histórico. De momento, los blancos están evidenciando un nivel de fiabilidad envidiable: 31 puntos de 33 posibles, con diez victorias y solo un empate (ante Osasuna) en once jornadas. Un inicio de campaña casi perfecto que hace pensar que será muy difícil ver algún tropiezo del actual líder. La eficacia del Madrid exigirá todavía más a un Barça en construcción. Todos los partidos serán finales, al menos hasta el parón del Mundial. Porque luego habrá que ver cómo afecta, física y mentalmente, a los equipos la desconexión de un mes y medio. Al Barça no le queda más remedio que ganar, ganar y ganar. Y volver a ganar. Para seguir creciendo a través de las victorias. 

Xavi, por supuesto, es consciente de este reto. Y necesita el mejor rendimiento de todos sus futbolistas. De ahí las rotaciones que efectuó ante el Athletic, dando descanso a Jordi Alba, Ansu y Ferran Torres, tres de los jugadores que más brillaron, junto a Lewandowski y De Jong, contra el Villarreal. Y devolvió la titularidad a un Dembélé, al que su paso por el banquillo le ha sentado muy bien. Porque ante el conjunto de Valverde (que regresaba al Camp Nou casi tres años después de su destitución) hizo uno de sus mejores partidos como blaugrana. Cuatro acciones del extremo francés sentenciaron el encuentro: un gol y tres asistencias (a Sergi Roberto, a Lewandowski y a Ferran Torres). Dembélé volvió a ser ese futbolista eléctrico, veloz y desequilibrante. En esta ocasión, además, acertando en todas sus decisiones. Y cuando Dembélé piensa antes de ejecutar, el resultado acostumbra a ser espectacular. 

Al Barça le bastó el festival de Dembélé para superar claramente al Athletic, en una repetición casi calcada de lo que hizo ante el Villarreal. Tras una semana trágica, con el doloroso empate ante el Inter y la decepcionante derrota en el clásico, ha llegado una semana fantástica con dos victorias balsámicas. A la espera de otra semana en la que hay que rezar para que se produzca un milagro en la Champions en el que casi nadie cree. ¿O tal vez sí...?