Las salidas, el gran problema de Xavi

Xavi Hernández en la presentación de su campus

Xavi Hernández en la presentación de su campus / Javi Ferrándiz

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Compareció Xavi tras un mes de vacaciones. El técnico habló por primera vez abiertamente del próximo curso y lanzó varios mensajes claros. El primero, su ilusión por la Champions, un reto ineludible para el Barça tras demasiados años de chascos.

Habló también de los fichajes asumiendo la dura realidad que vive el club a causa de un límite salarial desbocado aunque se mostró satisfecho por lo que se ha podido y traer y dejó, por último dos mensajes claros: faltan más jugadores en zonas específicas y deben venir sí o sí y, sobre todo, que hay un problema grave con las salidas y que intervendrá personalmente para resolverlo porque es el capitán de esta nave y tiene clarísimo que hay que vender para poder reforzar al equipo si verdaderamente quiere competir. 

No hay que ser demasiado espabilado para saber que el técnico tenía desde hace tiempo una lista de bajas muy claras que el club no ha podido colocar. O bien porque no hay ofertas por ellos o porque los propios futbolistas no desean marcharse teniendo contrato en vigor, algo muy lícito a pesar de ir en contra de sus propios intereses deportivos.

Y ante este panorama de bloqueo, el técnico dejó muy claro que va a tener que intervenir para que los señalados que no se han dado por aludidos se vean forzados a tomar una decisión drástica. Se vienen momentos duros, pero Xavi entiende que ahora es él y solo él el que debe actuar por el bien del club y del equipo. Por muy doloroso que sea.

Este papel de poli malo ya le tocó durante el verano pasado cuando enseñó la puerta a algunos jugadores como Memphis Depay y se mostró poco contundente en la defensa de Frenkie de Jong. Al final no salieron ninguno de los dos, pero hubo movimientos que no acabaron en ventas. El entrenador ya ha hablado con algunos jugadores como Ferrán Torres, Ansu o Kessié, pero ahora deberá ser más tajante que nunca. Eso va en el cargo. Porque el Barça necesita sí o sí sacar lastre antes del 31 de agosto para inscribir, al menos, a tres jugadores más. La próxima semana comienzan los días decisivos de verdad en la planificación deportiva y, salvo sorpresas, las cartas están marcadas.

Habrá movimientos con toda seguridad porque, lo contrario, es asumir que la plantilla del año pasado con dos o tres retoques es lo que habrá para competir. Y, quizás, no da.el técnico salta al ruedo Compareció Xavi tras un mes de vacaciones. El técnico habló por primera vez abiertamente del próximo curso y lanzó varios mensajes claros. El primero, su ilusión por la Champions, un reto ineludible para el Barça tras demasiados años de chascos.

Habló también de los fichajes asumiendo la dura realidad que vive el club a causa de un límite salarial desbocado aunque se mostró satisfecho por lo que se ha podido y traer y dejó, por último dos mensajes claros: faltan más jugadores en zonas específicas y deben venir sí o sí y, sobre todo, que hay un problema grave con las salidas y que intervendrá personalmente para resolverlo porque es el capitán de esta nave y tiene clarísimo que hay que vender para poder reforzar al equipo si verdaderamente quiere competir. 

No hay que ser demasiado espabilado para saber que el técnico tenía desde hace tiempo una lista de bajas muy claras que el club no ha podido colocar. O bien porque no hay ofertas por ellos o porque los propios futbolistas no desean marcharse teniendo contrato en vigor, algo muy lícito a pesar de ir en contra de sus propios intereses deportivos. Y ante este panorama de bloqueo, el técnico dejó muy claro que va a tener que intervenir para que los señalados que no se han dado por aludidos se vean forzados a tomar una decisión drástica. Se vienen momentos duros, pero Xavi entiende que ahora es él y solo él el que debe actuar por el bien del club y del equipo. Por muy doloroso que sea.

Este papel de poli malo ya le tocó durante el verano pasado cuando enseñó la puerta a algunos jugadores como Memphis Depay y se mostró poco contundente en la defensa de Frenkie de Jong. Al final no salieron ninguno de los dos, pero hubo movimientos que no acabaron en ventas. El entrenador ya ha hablado con algunos jugadores como Ferrán Torres, Ansu o Kessié, pero ahora deberá ser más tajante que nunca. Eso va en el cargo.

Porque el Barça necesita sí o sí sacar lastre antes del 31 de agosto para inscribir, al menos, a tres jugadores más. La próxima semana comienzan los días decisivos de verdad en la planificación deportiva y, salvo sorpresas, las cartas están marcadas. Habrá movimientos con toda seguridad porque, lo contrario, es asumir que la plantilla del año pasado con dos o tres retoques es lo que habrá para competir. Y, quizás, no da.