Opinión

La Roja se pone en manos de Lamine

El jugador del Barça es la gran esperanza para que la selección vuelva a ganar un título

España no es favorita, pero la ilusión de los jóvenes puede dar la sorpresa

Lamine Yamal con la camiseta de la selección española

Lamine Yamal con la camiseta de la selección española

Es una Eurocopa en la que España no parte como favorita. Ir de tapada puede ser útil aunque la mala suerte emparejó a La Roja en el grupo de la muerte, dónde solo Albania parece asequible. Va a ser un inicio duro para un equipo que tiene a la juventud como su mejor baza. España parte sin grandes estrellas, sin grandes goleadores, con una defensa que deberá estar a su mejor nivel y, sí, con un buen centro del campo comandado por Rodri, quizás el mejor pivote posicional del mundo. Pasar de grupo como uno de los dos primeros será un reto y a partir de ahí se podrá soñar. Porque las Eurocopas acostumbran a coronar a equipos que no entran en las quinielas y aquí de posibles ganadores hay muchos -Francia va con un equipazo- pero luego hay que demostrarlo en el campo.

Curiosamente, muchas de las esperanzas de esta selección pasan por las botas de Lamine Yamal, que podría cumplir sus 17 años a un día de jugar la gran final. Es, sin duda, el mayor talento que tendrá España sobre el campo y el futbolista más diferencial de la toda la convocatoria. El seleccionador, Luis de la Fuente, debe ser valiente y darle galones al chico porque es capaz de reventar la competición con sus incursiones por la banda. A Lamine le llega muy pronto esta cita, pero es de esos futbolistas tocados por una varita mágica que puede convertirse en el gran héore de la Eurocopa. Parte como titular y de su inspiración dependerán gran parte de las opciones de La Roja. En el Barça no ha podido con todo, pero ha sido la gran noticia de la temporada y el estandarte para el proyecto de futuro.

La Eurocopa promete partidazos, pero tampoco se engañen. Los futbolistas llegan muertos a este final de temporada y exprimidos por un calendario que es un auténtico sinsentido. En estos días previos han ido cayendo jugadores como moscas y hay delegaciones que, incluso, van a tener problemas en los primeros partidos para completar según que líneas de juego. Haría bien tanto la UEFA como la FIFA de evitar agrandar el número de equipos y partidos en estos torneos porque el dinero nunca lo es todo y, al final, va en detrimento del espectáculo y de las aficiones.

Habrá que ver si hoy España comienza con buen pie. Y, sobre todo, si ilusiona. Luis Enrique lo consiguió con una apuesta ofensiva y sin complejos. Con una selección tan joven y con desparpajo ese es el único camino. Intentar jugar bien para ganar. Y, con Lamine, eso es más fácil.