La revolución que hacía falta

El Barça, a punto para Valladolid

El Barça, a punto para Valladolid /

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Llegó el día que por fin Koeman lo hizo, el día, o mejor la noche, que Koeman se cargó de tacada a Busquets, Griezmann y Coutinho. Tres pesos pesados, pesadísimos, que llevaban tiempo en el punto de mira de los aficionados, pero a los que el entrenador todavía daba bola. De hecho, todos empezaron la temporada de titulares y hasta hace muy poco no se vieron los primeros síntomas de desamor. Con Busquets, concretamente, hasta el sábado pasado ante el Valencia, cuando le sentó en el descanso para sustituirle por un De Jong que oficialmente tenía molestias físicas, según habían anunciado una hora antes. Busi quedó señalado, sin duda. Con Coutinho, la cosa ha sido menos disimulada, entre otras cosas porque es imposible de disimular que Pedri le ha pasado por la derecha, por la izquierda y por todas partes. Y con Griezmann,pues se habrá cansado de darle oportunidades en vano. Una revolución en toda regla, que no nos vengan con que son rotaciones, ya que en la situación de emergencia que está el Barça solo cabe jugar con los mejores para agarrarse a la Liga como sea. Una revolución, sí. Y me parece muy bien.

Sistema inteligente. Y ya puestos en faena, Koeman también cambió el sistema. Tres centrales, un 3-5-2 muy flexible y muy bien pensado. Una táctica inteligente... ¡Ya tocaba! Más equilibrio como equipo, solidez y superioridad en el centro del campo y los laterales abriendo el campo. Ritmo, intensidad, fluidez y verticalidad. Los grandes beneficiados fueron De Jong, Pedri y Messi, al que le sacaron de su mayor zona de influencia a dos jugadores como Coutinho y Griezmann que solo saben jugar ahí. De Jong, Pedri y Messi, o sea, los mejores. Y cuando los mejores están cómodos, arropados y con ventaja, el resultado solo puede ser positivo. Especial aplauso para el tándem Pedri-Messi, excelso el niño en el tercer gol que regaló al crack. Y claro, el crack, motivado e inspirado, volvió a marcar diferencias. En resumen, victoria incluso corta,numerosas oportunidades de gol y sin apuros defensivos hasta el final, cuando ya estaba todo el pescado vendido. Ojalá la revolución Koeman no haya llegado tarde.