De rendimiento inmediato

Ferran Torres, en su presentación junto a Laporta

Ferran Torres, en su presentación junto a Laporta / Alejandro García (EFE)

Albert Masnou

Albert Masnou

La frase que acuñó Andoni Zubizarreta está teniendo recorrido en el diccionario culé. De la misma manera que otras como ‘el entorno’, ‘un palomo no hace verano’, ‘al loro’, ‘el dinero en el campo y no en el banco’, ‘el Barça de las familias’... Pasan los años y son palabras o frases que van floreciendo de vez en cuando.

Y ahora, semanas después de la llegada de los nuevos fichajes, es el momento de hacer referencia a ‘de rendimiento inmediato’ la que pronunció el secretario técnico en la presentación de Thomas Vermaelen. Las incorporaciones de Xavi este invierno parecen haber dado en el clavo porque en lo poco que han jugado ya han demostrado su valor y que su aportación será importante en la segunda parte de la temporada.

El caso más significativo es el de Adama, que brilló en su vuelta al Camp Nou. Fue clave contra el Atlético de Madrid para lograr la victoria y promete muchas tardes de gloria. Hubo quienes discutían que no tenía ADN Barça, una locura en mayúsculas porque lo lleva en la sangre y en las botas.

Otro caso que tampoco generaba muchas dudas y que cumple con las expectativas es Dani Alves. Tiene interiorizado el estilo de este club y solo existían dudas por su edad, unas incógnitas que se están disipando.

El gasto más elevado llegó con Ferran Torres. No es jugador de mucho ruido pero suma, ya ha marcado goles y seguro que irá a más. De momento, lo juega todo y es una pieza clave para Xavi. Es inteligente y debe ir a más.

El último en llegar es Aubameyang, quien posee una sensacional trayectoria y a partir de ahora debe dejar atrás sus malos momentos en el Arsenal para dar lo mejor de sí en el Barça. Para recuperar la alegría del fútbol. Tiene talento y capacidad goleadora para aportar al equipo de Xavi ese espíritu matador que le falta y que tanto ha adolecido en la primera parte de la temporada. 

El partido contra el Atlético fue una gran avanzadilla de lo que puede ser el Barcelona a partir de ahora. Un equipo desmembrado se está empezando a reconstruir y las nuevas incorporaciones deben dar ese plus tan necesario que le faltaba. Esa magia en ataque de la que adolecía.