Remontada con espíritu de campeón

OSASUNA - FC BARCELONA

OSASUNA - FC BARCELONA

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Tras el fracaso en la Champions, la Liga se ha convertido en el gran objetivo del Barça. Una competición que el club blaugrana ha dominado en el siglo XXI (con diez títulos), pero que ahora lleva tres años sin ganar. El proyecto que están construyendo Laporta y Xavi necesita de un gran éxito para consolidarse. Europa todavía no está al alcance de los blaugranas, como ya se ha demostrado con la prematura y dolorosa eliminación en la fase de grupos. La apuesta pasa, pues, por el torneo local, que además es el que marca el verdadero nivel de un equipo a lo largo de toda una temporada. Ganar la Liga no es fácil porque significa ser el más regular a lo largo de 38 jornadas. Y la mayoría de los entrenadores le dan un valor superior, incluso, que a la Champions, donde intervienen otras circunstancias, como la fortuna en los sorteos. Xavi, por supuesto, es de los que creen que conquistar la Liga tiene mucho mérito. Aunque sea, como la española, una Liga de dos tras la ‘dimisión’ del Atlético. 

El Barça, de hecho, está en buena disposición para ser campeón cuando se ha disputado una tercera parte del torneo. Queda mucho. Pero las sensaciones son buenas. Este martes, los blaugranas dieron el primer paso asegurándose el liderato hasta después del Mundial. La heroica victoria en el campo de Osasuna refuerza su primera posición en la clasificación, con 5 puntos de ventaja sobre un Madrid en crisis (un empate y una derrota en sus dos últimos partidos), que cierra el jueves la jornada ante el Cádiz en el Bernabéu. El liderato antes del parón es un balón de oxígeno para un Barça tensionado por las urgencias. La extraordinaria inversión realizada en fichajes (más de 200 millones de euros) exige rendimiento inmediato y el KO en la Champions hizo saltar todas las alarmas. La solvencia mostrada en la Liga es un bálsamo que hay que aprovechar para seguir trabajando sin presión en la transformación de la plantilla.

La victoria conseguida en Pamplona reafirma la clara intención del Barça de luchar por el título. El partido se le puso muy cuesta arriba porque a la media hora se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Lewandowski y con 1-0 en contra en el marcador con un gol que tuvo que ser anulado por falta a Marcos Alonso. Pero el equipo tuvo la fuerza, el coraje y el entusiasmo para superar incluso el pésimo arbitraje de Gil Manzano y lograr una remontada épica con aire de campeón. Tres puntos de oro que dan un impulso tremendo a este nuevo Barça.