"A relaxing cup of café con leche"

Madrid 2020 fue un proyecto ilusionante mientras duró. La ciudadanía -no toda pero sí en buena parte- mantuvo vivo el sueño de alcanzar la capitalidad olímpica. Ahora queda sensación de derrota y el batacazo sufrido en Buenos Aires invita a la reflexión. Sobre todo de una parte, la de los responsables. ¿Serán capaces?

La reacción mediática al naufragio bonaerense sugiere un tibio nivel de autocrítica. Pocos medios han desgranado con seriedad los motivos del revés. Otros, optaron por el ataque descarnado al COI, las afrentas patrias y las oscuras conspiraciones internacionales. ¡¡¡Villarato!!!, resumía con ironía un usuario de Twitter.

Esta decepción tan a la española, reacia a ver más allá del propio ombligo, es enfermedad común entre la delegación de Madrid. La sonrojante y asombrosa incapacidad de reconocer errores. El exceso de improvisación. Debería causar vergüenza la falta de competencia mostrada por alguno. ¿Cómo podía ganar votos el señor Blanco entre los miembros de COI con un incomprensible inglés que recuerda a Chiquito de la Calzada? O su falta de reflejos cuando el dopaje y las bolsas de sangre se le acumularon sobre la mesa. Un Rajoy monolingüe, a quien fuera de España ven abrumado por los casos de corrupción de su partido, no sumó. Como tampoco los patinazos y la imagen de frivolidad de la alcaldesa. Aún pueden aprender. Sino, tómense ‘a relaxing cup of café con leche’ y a seguir medrando.