Rectificar es de sabios

Los que no queríamos a Dembélé rectificamos, como también ha hecho el delantero francés

El extremo, Lewandowski al margen, está siendo el jugador más desequilibrante del Barça en estas primeras semanas de curso

Dembélé

Dembélé

Ferran Correas

Ferran Correas

Dicen que rectificar siempre es de sabios. Así que toca reconocer el error. Un servidor es de los que creía en el mes de enero que Dembélé no debía volver a vestir la camiseta del Barça. Cuando el francés no quiso renovar su contrato en diciembre y también se negó a salir del club, era de los que pensaba que debía ser castigado con la grada. Igualmente, cuando seguía sin contestar al club más allá del 30 de junio, pensaba que lo mejor era que se fuese, que el club retirase la oferta de renovación y se pusiese punto y final a cinco años desastrosos del atacante en el Camp Nou. 

Viendo este inicio espectacular de temporada del francés, toca rectificar y admitir que la insistencia de Xavi en quedarse con Dembélé fue todo un acierto. El francés, Lewandowski al margen, está siendo el jugador más desequilibrante del Barça en estas primeras semanas de curso. Incluso el técnico de Terrassa se atrevió, después del partido contra el Viktoria Plzen, a decir que está al nivel del mejor Neymar que se vio en el Barça. Xavi quiere extremos puros y sabía que había pocos como Dembélé para esa causa. Apostó por él y, de momento, le ha salido bien.

Pero no es quien escribe este artículo el único que ha rectificado. También ha sido sabio Dembélé y lo ha hecho. Porque si el francés es hoy un jugador muy diferente al de otras temporadas, es porque él también ha cambiado, como reconoció en la entrevista publicada por SPORT el pasado martes. Para empezar, aceptando el contrato que le ofreció el Barça y que discutió su representante durante muchos meses. Sabía que no estará en ningún sitio mejor que jugando en el Camp Nou a las órdenes de Xavi, un técnico que cree en él como nadie y que tiene entre ceja y ceja convertir al francés en uno de los mejores futbolistas del mundo en su posición, como reconoció el día de su presentación como entrenador blaugrana.

Además, Dembélé, un jugador ahora mucho más maduro que cuando llegó al Camp Nou, cambió hace algún tiempo sus hábitos y empezó a trabajar duro con un preparador físico personal que siempre está en contacto con los del club. Desde entonces, las lesiones que lo martirizaron en sus inicios de blaugrana han pasado a mejor vida.

EFECTO XAVI

Y también ha cambiado su forma de jugar. Todavía toma alguna mala decisión durante los partidos, pero se ha convertido en un jugador mucho más útil para el equipo. Y no solo por el desequilibrio que ha tenido siempre gracias a su velocidad y manejo de las dos piernas. Entiende mucho mejor el juego. Y eso es cosa de Xavi.